Diccionario vs la violencia a cuidadoras, asunto comunitario
Por: Susana Rodríguez @sustranya / 3 de octubre 2022. Foto: Isabel Briseño.
Las múltiples jornadas que cumplen las mujeres cuidadoras les impiden ver las violencias que las circundan.
Las orillan a invisibilizarlas o normalizarlas hasta el grado de poner en riesgo su integridad física, emocional y mental.
A las experiencias dolorosas y continuas que afrontan las integrantes de la asociación civil Yo Cuido México, hacen manuales que ayudan a las mujeres a detectar si son víctimas de violencia, y cuáles pueden ser sus alternativas de ayuda o resolución.
Uno de los hechos lamentables fue el ataque con ácido a Luz Raquel Padilla en julio de este año, por el cual murió.
Ella era madre de Bruno, un niño con autismo severo, integrante de la comunidad Yo Cuido México capítulo Jalisco.
Como se filtró a medios y se denunció, había recibido varias amenazas previas a los hechos mortales, por parte de sus vecinos a quienes les incomodaban los ruidos que hacía Bruno durante las crisis que tenía.
En entrevista con Millaray Sánchez Bermeo, integrante de Yo Cuido México, le pido que nos hable sobre el proyecto que están realizando al respecto.
Los cuidados: tema público y político
Para las mujeres cuidadoras la prioridad es el bienestar de la persona a su cargo, sea hija o hijo, padre o madre o alguien desconocido.
Al considerar que los cuidados son un tema privado, las cuidadoras “se vuelven” las únicas responsables de lo que en ese proceso suceda.
Se estima que son en más del 90 por cierto mujeres a cargo de estas tareas.
Desde esa perspectiva se queda de lado: el resto de la familia, los apoyos extras y todos los servicios que el Estado está obligado a brindar.
Para las mujeres cuidadoras, el primer tema indispensable a visibilizar sobre todo después de la pandemia, es: los cuidados son un tema público y político.
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Cuidar, lo decide alguien más
Dedicarse a cuidar a una persona con enfermedad, mayor o con discapacidad implica enfrentarse con una serie de obstáculos, tabúes y prejuicios, tanto en el ámbito familiar como en el público.
Las mujeres para enfrentar su día a día “minimizan” el trato violento (violencia estructural) ejercido contra las personas a su cargo y ellas mismas.
Para Millaray como mujer y madre, el primer paso es reconocer que existe un riesgo a ser violentadas, sólo por el hecho de ser mujeres.
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En México, según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2021, el 70.1% de las mujeres han vivido violencia alguna vez en su vida.
En Jalisco, la estadística está por encima de la media nacional es de 71.9%
Y las que se puedan sumar al asumir un rol de cuidadoras.
Un día promedio en la vida de Millaray y su hija
Yo tengo una hija de 13 años, ya es adolescente, tiene discapacidad múltiple.
Ella es usuaria de silla de ruedas y tiene una enfermedad crónica que es la epilepsia refractaria.
Ella es una adolescente que requiere mucho apoyo y cuidados continuos; porque por sí misma no puede realizar actividades cotidianas como asearse o movilizarse.
Me levanto a las 6 de la mañana a darle sus primeros medicamentos. Mientras los toma la siento, le prendo televisión, comienzo a cocinar porque ella lleva una dieta restringida.
Hago un lonche para llevarla a la escuela, arreglo todo el material que requiere como silla y los aditamentos que también utiliza. Después la siento y mientras su papá le da el desayuno guardo todas sus cosas y nos vamos a la escuela. Regreso.
Ahí empiezan las labores domésticas, limpiar, preparar la comida de la tarde y adelantar algunas actividades de mi trabajo, soy docente.
Voy contestando correos de Yo Cuido México y de otra asociación en la cual colaboró.
Regreso por ella a la escuela, llego corriendo, la acuesto, le cambiamos el uniforme, acomodo lo que requiere en el turno de la tarde y me despido.
Ahí es donde su papá es quien empieza a ejercer el cuidado de lleno y yo me dirijo a mi trabajo, hasta las siete de la noche.
Del medio día a la noche, es el tiempo en el que laboro y me mantengo pendiente de alguna crisis.
Hay ciertos cuidados que yo debo dar a mi hija y que son complejos y eso podría hacer que yo tuviera que salir de emergencia.
Cuando llego a casa hay que movilizarla, hacerle terapia física mientras le voy administrando los siguientes medicamentos y posteriormente preparar la merienda, darle la merienda y llevarla a su cama.
Este es un día digamos promedio sin que suceda alguna cuestión de urgencia o atención médica.
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Diccionario vs la violencia a cuidadoras, asunto comunitario, sobre cuidados y cómo combatir la violencia familiar, social e institucional en contra de las encargadas de la salud y la calidad de vida de alguien más, primero se publicó en digital y se buscará hacerlo en papel.
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