DIF culpa a niño agredido sexualmente de no protegerse en CECOFAM

por Susana Rodríguezhace 7 meses

^{Por: Susana Rodríguez. Foto: Letra Fría. 2 Octubre, 2023}

A cinco años de que la sociedad civil organizada denunció violaciones a la integridad de niñas, niños y adolescentes en los Centros de Convivencia Familiar (CECOFAM) del DIF, específicamente el de Guadalajara, nuevamente un niño de ocho años fue víctima de violencia sexual dentro de estas instalaciones destinadas a salvaguardar su integridad.

Sin importar la presencia de especialistas en trabajo social, psicología, derecho, además del personal de intendencia y elementos de seguridad pública que cuidan oficinas, a principios de agosto 2023, un niño fue víctima de violencia sexual por parte de su padre, en los baños del CECOFAM de Guadalajara.

En entrevista con Perimetral, Claudia Rangel Martínez quien es psicóloga y perito autorizada en lo estatal y federal, narró la violencia estructural que implica cuando en una institución pública, previamente denunciada por hechos similares, sigue poniendo en riesgo a niñas, niños y adolescentes porque en sus narices, se repitan las transgresiones.

Me parece que hay una violencia estructural dentro de las instituciones públicas que no ha sido saneada a pesar de las alternancias de gobernanza.
Esta violencia estructural lejos de los discursos triunfalistas en razón de políticas para prevención de las violencias contra las mujeres, niñas, niños y adolescentes, sigue prevaleciendo en aspectos coyunturales como por ejemplo, la organización interna de ciertos espacios públicos.
En este caso todos aquellos que tienen que ver con el trato a las infancias, a las niñas, niños y adolescentes.
Esta violencia estructural que está incidiendo y atacando a este sector de la población es parte de una visión adultocentrista
Claudia Rangel, directora de Fuerza Cuepaliztli

Violencia de adultos

La especialista que también dirige la agrupación Fuerza Cuepaliztli, agrega que esta visión adultocentrista sobre la que están sustentadas las áreas de atención como los Centros de Convivencia Familiar, vulnera a las infancias que ya están afectadas.

Principalmente reflexiona sobre quienes viven algún tipo de violencia física y sexual, porque todo el tiempo la autoridad duda de su palabra al momento de una denuncia.

Desde Cuepaliztli hemos estado literal en una defensa constante de la cultura de la denuncia, porque creemos en el testimonio de las niñas y los niños, la experiencia concreta de las infancias no es esa incisiva fantasía inducida como quieren manifestar algunos articuladores de los espacios públicos, de que los niños y las niñas fantasean con el abuso sexual.
Los niños y las niñas hablan de lo que les pasa, expresan lo que están viviendo en sus cuerpos, en sus emociones, a lo mejor no de la manera que los adultos esperan.
Por esa razón la visión adultocentrista -no espera lo que escucha- piensa «están mintiendo» los niños y las niñas
Claudia Rangel, perita en psicología

El padre agresor culpa a la madre

René* tiene ocho años de edad, pero desde los cuatro, junto con su mamá, empezó a experimentar violencia por parte de su padre.

Inicialmente fueron amenazas, luego ataque físico y tocamientos de tipo sexual que René denunció y contó a las encargadas de cuidarlo en el CECOFAM. Pero ellas no actuaron.

Según relató a Perimetral Jonathan Ruiz el abogado de René y su mamá, de acuerdo a las declaraciones que hizo el pequeño, él ha alertado a quienes supervisan las convivencias obligadas por un juez.

De manera contradictoria, señala, María Elena Zendejas, madre del niño ha sido señalada por el padre por «influir» en las actitudes de René, para que se niegue a ver y convivir con su padre.

Pero con independencia de la relación en disputa que existe entre la madre y el papá, el reglamento de los centros de convivencia en su artículo 10 estable las obligaciones de psicólogos y trabajadoras sociales durante las citas de convivencia.

CECOFAM culpa al niño de no autoprotegerse

Hasta antes de esta agresión reciente ocurrida a principios de agosto 2023, el personal del CECOFAM insistió a la madre de René que debía encontrar las maneras de sostener las convivencias y enseñarle a “protegerse”.

…Mami me da besos en la boca y no me gusta, cuando yo lo platiqué con el Centro de Convivencia lo primero que me dijeron es: tienes que enseñarle al niño a fortalecerse y a manejarse en un ambiente y a platicar con su papá y que le diga que no.
¿Pero hasta dónde tienen que llegar estos tocamientos, hasta dónde tienen que llegar esta agresión contra el pequeño y que él siga diciendo no y todavía lo lleve a instancias en donde tiene que repetir una y otra vez la situación?

A él le angustia cada vez que sale de una entrevista, mi pequeño me abraza y me dice: mami, dije todo, voy a contar mis palabras para que me crean.
María Elena, madre de víctima de ocho años

Los hechos fueron denunciados el 5 de agosto 2023 en la Agencia Cinco, del Ministerio Público en Ciudad Niñez.

La carpeta de investigación quedó registrada con el número 58653, bajo el delito de abuso sexual infantil agravado.

Como una manera de sobrellevar el dolor del proceso, para el niño se volvió importante pensar que si él repetía lo que le ocurrió, sería motivo suficiente para no ir más a ver a su padre al Centro de Convivencia.

La Fiscalía del Estado envió oficio al Juzgado para interrumpir temporalmente las convivencias, según comentó a este medio el abogado.

El agresor quien también es abogado, tiene dos carpetas de investigación anteriores.

Una es la carpeta 98-130 sobre una denuncia presentada por María Elena, en el Centro de Justicia para las Mujeres, por el delito de lesiones, por la cual fue vinculado a proceso.

Y la carpeta 120749 del 2019, por una denuncia presentada ante el Juzgado Vigésimo Primero de Control de Puente Grande, por maltrato infantil y violencia familiar equiparada, que por aparentes omisiones de la autoridad no ha tenido el avance adecuado.

¿Cuántas «profesionales» son corresponsables de la agresión?

Mediante transparencia al Desarrollo Integral de las Familias (DIF) de Guadalajara, Zapopan y Puerto Vallarta, supimos cuánto personal está asignado a la vigilancia de las convivencias.

También, el método a través del cual se aseguran de salvaguardar la integridad de las niñas, niños y adolescentes.

Donde René ha estado con el padre agresor, hay 10 personas en el CECOFAM con obligación de interrumpir las convivencias en «neutralidad».

Baja en Zapopan el número y en Puerto Vallarta solo hay una persona.

De acuerdo a la respuesta de transparencia, la supervisión de las convivencias se realiza conforme al Reglamento Interno del Centro de Convivencia Familiar.

Básicamente estas son sus atribuciones.

Elaborar un resumen de las actividades observadas durante la convivencia
Reportar los incidentes críticos que ameriten ser informado a la autoridad jurisdiccional.
Suspender el desarrollo de las convivencias de ese día, cuando se presente algún incidente que lo amerite
Prohibir el acceso a toda persona no autorizada por Autoridad Judicial al Centro
Reportar al Órgano jurisdiccional conflictos que pudieran darse entre los padres, cuando esto afecte directamente al menor.
Al realizar su labor de supervisión, los Trabajadores Sociales y Psicólogos reportaran al Órgano Jurisdiccional todo tipo de lesiones que los menores sufran

Bajo esta obligación, es inexplicable para las organizaciones civiles que un niño sea víctima de abuso sexual dentro de las instalaciones de un CECOFAM.

Prestadoras de servicio con carta abierta

Además del personal de planta, el CECOFAM de Guadalajara cuenta con el apoyo de nueve estudiantes de servicio social y cuatro de prácticas profesionales.

Los centros de Zapopan y Puerto Vallarta no tienen prestadoras de servicio, ni practicantes.

Claudia Rangel habla de que incluso en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses ponen a servicios sociales a elaborar peritajes.

Sin reparación violencia sexual en los CECOFAM, se repite la historia

El 27 de agosto de 2018 Fuerza Cuepaliztli y Defiénde-T hicieron público los cinco casos de abuso sexual por parte de sus padres biológicos.

De esos, dos de ellos ocurrieron en el CECOFAM de Guadalajara, igual que el caso de René.

Las defensoras presentaron una queja en la Comisión Estatal de Derechos Humanos por desestimar el dicho de las niñas y niños e ignorar a las madres.

Estos son los cinco casos donde se repite el patrón de, «profesionales» o adultos obligados a supervisar y no lo hace.

Las quejas en la CEDHJ no procedieron bajo el argumento de “no había suficientes pruebas y las instituciones como el personal actuaron debidamente».

Se archivaron dichos procesos y se ignoraron las voces de las víctimas.

Las denuncias no tuvieron el debido proceso, por lo que niñas y niños siguen obligados por un juez a convivir con el agresor.

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La red de la «convivencia»

En el estado de Jalisco hay en total 11 centros de convivencia. Están ubicados en los municipios de: Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque, Atotonilco el Alto, Degollado, Puerto Vallarta, Ayotlán, Poncitlán, Tala, Mascota y Colotlán.

Estos centros operan en conjunto el municipio y el Consejo de la Judicatura del Estado de Jalisco, según la información proporcionada vía transparencia.

Referente al total de convivencias realizadas en tres de los 11 CECOFAM se recibió vía transparencia información puntual de dos de las tres solicitudes.

En el caso del DIF Guadalajara sí hubo respuesta a la solicitud, sin embargo la información proporcionada fue imprecisa, pues respondieron como burócratas hablando de oficios recibidos, no de personas.

Todas las instituciones protectoras de la niñez, están llenas de quejas

Las quejas por violaciones a derechos de niñas, niños y adolescentes pasaron de 205 en 2020 a mil 608 en 2022. Las tres autoridades más señaladas son la Secretaría de Educación Jalisco, Fiscalía General del Estado y la Procuraduría de Protección a niñas, niños y adolescentes.

Ninguno de los informes de la CEDHJ contiene un apartado de conclusiones que sintetice la condición actual de las niñas, niños y adolescentes en Jalisco.

El incremento de quejas es casi ocho veces entre 2020 y 2022, pero se justifica en el documento como que “la ciudadanía tiene una mayor cultura de denuncia y más conocimiento de sus derechos humanos”.

El Informe 2022 de niñas, niños y adolescentes, el derecho más violentado a las infancias es el de legalidad y seguridad jurídica por quienes deben garantizarlo.

Uno de los grandes temores de Claudia Rangel como perito, es pensar en la cantidad de casos similares que ocurren y no son denunciados por temor.

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