Clausura de compostero Abonat, batalla ganada por la resistencia en Tala

por Susana Rodríguezhace 6 meses

_{Por: Susana Rodríguez. Foto: Resistencia civil Valle. Fecha: 30 octubre, 2023}

Para el colectivo Resistencia Civil por el Valle la clausura total de la empresa Abonat -dedicada a la elaboración de composta de bagazo, cachaza y vinaza- el 23 de octubre, fue una “batalla” ganada, aunque la lucha sigue en pie.

La clausura se dio oficialmente con la participación de la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (PROEPA).

Antes de la clausura reciente, la empresa acumuló en su haber dos denuncias ante el gobierno estatal y una en el Gobierno Federal, hechas por el colectivo y vecinos.

Una petición y denuncia presentada el 20 de junio este año en la Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (SEMADET) más una el 31 de agosto ante la PROEPA: por contaminación y manejo irregular de residuos tóxicos.

Se sumó una denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) por la contaminación al río El Salado y al manto freático en la región Valles, cerca del área metropolitana de Guadalajara.

En entrevista con Perimetral José Lira Padilla integrante del colectivo Resistencia Civil por el Valle y ejidatario, habló de lo que ha implicado la lucha por la defensa del territorio hasta este momento.

Una lucha contra el capital

El antecedente de esta lucha se remonta al año 2014 cuando la empresa Abonos Naturales SA de CV, comenzó a funcionar en un predio de aproximadamente de 15 hectáreas o tres parcelas, al norte de la cabecera del municipio de Tala.

Era una propuesta “innovadora” de elaboración de composta, mediante el desecho de las tequileras que es la vinaza, el bagazo y la cachaza de la caña de azúcar.

De acuerdo al registro del colectivo, la empresa se subcontrató con las tequileras para el tratamiento de las vinazas, que según los expertos son un residuo industrial tóxico.

De las 15 hectáreas que tenían inicialmente, el proyecto creció hasta alcanzar un predio de alrededor de 55 hectáreas, que es el que maneja actualmente.

En investigaciones hechas por integrantes de la resistencia vecinal, el límite máximo aproximado que la compostadora debía recibir de vinazas diarias 10 pipas, pero ha llegado a recibir entre 40 y 100.

Esto para el empresario Efraín Franco Jáuregui, quien lleva buenas relaciones con el gobierno de Jalisco desde el sexenio anterior que lo invitan a participar en eventos de manejo «responsable» del campo, se convirtió en un buen negocio sin importarle exceder sus posibilidades.

“Algunas tequileras que están instaladas en Atotonilco El Alto, Jamai, Arandas, Tequila y en El Arenal principalmente. Las tequileras -muy fácil- se deshacen del problema subcontratando empresas secundarias como ésta, que aparentemente utilizan las vinazas con fines de compostaje, pero que a final de cuentas se convierten en verdaderos vertederos clandestinos de este residuo.»

Corrupción a todas luces

Para los activistas y la población del municipio de Tala era imposible pensar que no había corrupción en los procesos de supervisión e inspección que -por ser una empresa de compostaje con residuos especiales-, le corresponde al estado.

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La contaminación y el exceso de residuos para las personas en la comunidad era evidente, como apunta José Lira Padilla.

Eso se convirtió en un descontrol y entraba más de lo que salía. ¿Eso qué significa? pues que se acumulaban o se están acumulando los residuos -las compostas- y al no salir estas compostas se convierten en un doble riesgo, porque se están recibiendo vinazas en exceso que no es posible catalizar o compostear con la capacidad que tienen y porque al no salir el producto, pues se está pudriendo; se están lixiviando hacia el subsuelo los elementos peligrosos y por lo tanto se está contaminando el río, que lo tiene a un ladito y el subsuelo es arena.
José Lira, ejidatario

A partir de esta preocupación por parte de Resistencia del Valle, desde hace dos años fue que empezaron a indagar de manera más formal, en primera instancia con las autoridades municipales quienes les argumentaron «sabían poco de la situación».

Incluso el gobierno municipal de Tala dejó de dar seguimiento a las mesas de trabajo donde la población solicitaron hacer un diagnóstico de las empresas establecidas en Tala y de las condiciones actuales de la cuenca.

“Queríamos saber que estaba ocurriendo porque nosotros tenemos nuestros manantiales muy cerca de ese sitio y estos manantiales son los que surten de agua potable al poblado del refugio por ejemplo, aparte de que tenemos un manto freático muy superficial, a dos metros seis metros ya se encuentra agua en Tala”.

De ahí que los activistas interpelaron al gobierno estatal y nuevamente solicitaron el apoyo para un diagnóstico, pero la respuesta en SEMADET, también fue nula.

Corrupción institucional evidente

Ante el desinterés, el 20 de junio 2023 el Colectivo Resistencia Civil por el Valle, presentó su primera solicitud y denuncia formal ante la SEMADET.

Después de dos meses sin acciones las y los vecinos hicieron una nueva denuncia ante la Procuraduría Estatal en temas ambientales, ya con el argumento que la empresa no contaba con el permiso necesario para su funcionamiento.

De acuerdo a información obtenida por el colectivo, según el oficio DGPGA/DEIA No. 357/411/2023, EXO: 3559, REG. 10 emitido por la SEMADET, el 6 de junio de 2023 se rechazó la autorización de la empresa, con el argumento de incumplimiento de las normas ambientales.

Y casi a la par se denunció también ante la Procuraduría Federal por la contaminación del río El Salado y el manto freático.

La única dependencia que procedió fue la PROFEPA, el gobierno federal.

Realizaron la supervisión en campo, verificaron la contaminación y el 15 de septiembre 2023, procedieron a clausurar el funcionamiento de la empresa.

Vinazas: problemática que no frenan

Según documentaron los primeros días de la clausura, Abonat ignoró los sellos de clausura y siguió en funciones bajo el argumento de que la regulación de su giro era de competencia estatal y no federal.

A poco más de un mes de esta clausura -ignorada por la empresa- el pasado 23 de octubre la PROEPA dio a conocer en un comunicado que clausuró el funcionamiento de la empresa por “disponer materiales para la composta en parcelas aledañas al lugar, las cuales no cuentan con autorización condicionada en materia de impacto ambiental”.

El problema del manejo y disposición de las vinazas no ocurre solamente en Tala, a decir de José Lira, hay otros municipios como Atotonilco, Ayotlán, Autlán y el mismo Tequila, donde existen vertederos de este deshecho.

Para la sociedad civil es indispensable que las autoridades ambientales ejerzan mayor regulación para evitar situaciones de contaminación y malos manejos que impactan de manera perjudicial al ambiente y las personas.

Estrategia ciudadana contra la contaminación

En el caso de Tala la estrategia para frenar a la iniciativa privada comenzó visualizando la problemática a través de la documentación, enseguida se socializó por medio de manifestaciones y se interpusieron las denuncias ante autoridades estatales y federales.

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Previendo el riesgo de que esto no fuera suficiente, interpusieron amparos judiciales, con el objetivo de lograr que la resolución les sea favorable y se otorgue la suspensión de la empresa para frenar la contaminación, argumentó José Lira.

“Entonces ya tenemos instalados amparos judiciales, digamos amparos ante autoridades administrativas y del trabajo, de los juzgados administrativos y del trabajo en el que estamos quejándonos de las actuaciones de las autoridades, pues por la omisión que han tenido en la vigilancia y en el control de estas empresas entonces estos amparos estamos esperando que se nos otorgue o esperaríamos que nos otorgue la suspensión de las empresas”.

Una ruta “sana”, la autogestión

Más allá de la lucha con las grandes empresas -que por el interés económico le restan importancia a sus obligaciones con el medio ambiente y la comunidad- el colectivo Resistencia Civil por el Valle junto con personas de las localidades de El Refugio y Ruiseñores hacen su propia labor de concientización.

De manera quincenal realizan reuniones comunitarias en las que están proponiendo estrategias de defensa y de tratamiento de los residuos.

“Es decir, empezar desde nosotros mismos a dar un enfoque diferente a la basura, a cómo se debe tratar los residuos y también a exigir que nuestras autoridades y empresas también sean responsables”
José Lira, defensor del territorio

En estas reuniones se han integrado personas de la universidad ITESO, con quienes están gestionando la realización de un monitoreo y un diagnóstico del estado del agua -tanto superficial como subterránea- del río El Salado.

El ITESO ha implementado proyectos similares en Zacoalco, Acatlán, San Isidro.

Para las personas de Tala en este momento es una posibilidad para tener datos duros y saber cuál es el riesgo que corren con la contaminación del río y del manto freático a partir del manejo y disposición de las vinazas.

Un divorcio con la autoridad municipal

José Lira recordó que el colectivo Resistencia Civil por el Valle nació hace dos años cuando intentaron construir en el municipio de Tala, el vertedero intermunicipal a raíz del cierre de Los Laureles, en el municipio de El Salto, por diversas irregularidades.

De ese momento a hoy, aquel proyecto que nació por el tema de la disposición de los residuos urbanos, ha crecido y se ha diversificado.

El objetivo de la Resistencia es la defensa del territorio, la protección de la salud, la preservación de los recursos naturales y un medio ambiente sano en Tala y toda la zona del valle.

Esta labor de resistencia es complicada para el municipio de Tala y todos los que se encuentran alrededor de la zona metropolitana de Guadalajara que contamina la tierra, el agua y el aire de toda esta área.

Desafortunadamente la movilización civil y la manifestación de las inconformidades por parte de la agrupación Resistencia Civil por el Valle les ha ganado un desacuerdo y distanciamiento muy evidente con la autoridad municipal de Tala, que José Lira denominó como un divorcio.

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