El Gobierno Federal con el pretexto de la pandemia por la covid-19, recortó el 95% del presupuesto destinado en 2021 para las Normales Rurales.
Las estudiantes de la Normal Rural Justo Sierra Méndez de Cañada Honda, en Aguascalientes, la pandemia fue un camuflaje del gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador, pues el golpe a las Normales Rurales, se dejó caer.
De acuerdo a información pública, para el 2021 se asignó un presupuesto de 20 millones 597 mil pesos a las Normales Rurales; el año anterior fue de 461 millones 390 mil pesos.
Incongruencia gubernamental
La esencia de la creación de las Normales Rurales en 1920, fue la de ser un espacio de formación para hijas e hijos de campesinos que luego diera educación a los pobres, en los lugares más marginados del país.
Aunque han pasado diez décadas, la condición de marginación en la educación rural sigue vigente y con ello, la existencia de las Normales.
Es por ello que para las estudiantes es incoherente que el actual Gobierno Federal diga tener un interés por la educación, y al mismo tiempo, recorten el presupuesto de estos semilleros.
A esto se suman ataques violentos como el que sucedió contra la Normal Rural de Mactumatzá en Chiapas en mayo de 2020. Una de las entrevistadas, alumna de la Rural Justo Sierra, expresó la posición crítica que tienen.
La pandemia trastoca a las normales rurales
El beneficio que las familias en condiciones de marginación reciben a través de las Normales Rurales es significativo.
Para las alumnas es su posibilidad de acceder a una educación de calidad y digna, aún en la condición de pobreza y marginación en que nacieron.
Pero la pandemia provocó serias afectaciones a la dinámica de funcionamiento del sistema de las Normales Rurales y a la economía de las familias de donde vienen las estudiantes, como lo explica una de las voceras que mantiene su identidad en resguardo, por seguridad.
Cuando comenzó la pandemia las estudiantes tuvieron que volver a sus casas. Se organizaron para dejar un grupo que se encargara de la limpieza y mantenimiento de la escuela en Cañada Honda.
Con la Secretaría e Gobernación, cuentan, se coordinaron para establecer guardias y evitar que la ausencia fuera un pretexto del cual el Gobierno Federal pudiera cerrar definitivamente la Normal.
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La vuelta de las estudiantes
Aunque las jóvenes volvieron a sus casas, para las familias implicó un gasto que ya no tenían contemplado dentro del día a día pues la manutención recae en el presupuesto público. Eso fue un problema.
Las complicaciones económicas se acrecentaron con el hecho de que las familias debían hacer una inversión extra para que las jóvenes continuarán sus estudios a distancia.
Se volvió indispensable invertir en la instalación de internet o en caso apoyar a las jóvenes con pasajes para acudir a las comunidades más cercanas para tomar las clases o entregar tareas.
Al poco tiempo se dieron cuenta que la situación se volvió insostenible. Algunas optaron por volver a la normal en la primera posibilidad y otras desertaron.
Hasta el momento las estudiantes no tienen una cifra exacta del nivel de deserción.
Foto: Sandra Moreno/Observatorio Digital. Fecha de publicación: 27 de octubre de 2021
Periodista que recién incursiona en publicaciones independientes y en organizaciones civiles. Escribo gozosa para Perimetral.