El proceso para las elecciones del 6 de junio durante una pandemia cambió los protocolos y complicó el hallazgo de funcionarios de casilla. Durante las búsquedas, los capacitadores del INE encontraron viviendas vacías y miedo de las personas a participar
CIUDAD DE MÉXICO.- Como cada que hay elecciones en México el Instituto Nacional Electoral (INE) sortea la responsabilidad de ser funcionario de casilla. Esta labor es totalmente voluntaria y consiste en contar y registrar los votos y, a la vez, evitar fraudes y contratiempos.
A inicios de febrero de este año el Instituto convocó a los ciudadanos nacidos en los meses agosto y septiembre, cuyo primer apellido empieza con la letra “A”, a volverse funcionarios de casilla.
Pero los efectos de la pandemia se dieron a notar en este proceso. Los capacitadores no encontraron a las personas sorteadas en sus domicilios registrados ante el INE. Buena parte ya se habían ido.
Texto y fotos: María Ruiz
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