Dos días después de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió la petición de niñas y niños de Homún de cancelar una granja de cerdos de la empresa Kekén en su comunidad, el gobierno de Yucatán realizó un operativo para cerrar los cenotes de los integrantes de la mesa directiva de Kanan Ts’ono’ot
CIUDAD DE MÉXICO.- El miércoles 19 de mayo, los pobladores de la comunidad maya de Homún festejaban. Después de una larga batalla jurídica, la Suprema Corte de Justicia de la Nación decidió mantener la suspensión de operaciones de una granja de puercos propiedad del Grupo Porcícola Mexicano (Kekén). En la resolución del amparo que promovieron seis niñas y niños de esa comunidad, ubicada en la Reserva Geohidrológica Anillo de los Cenotes —la reserva de agua de la ciudad de Mérida— los ministros privilegiaron el ambiente y el cuidado de la niñez.
Pero el sábado 22, tres días después de la decisión de la Corte, el gobierno del estado realizó un operativo sanitario en los paradores turísticos de los integrantes de la directiva de Kanan Ts’ono’ot (Guardianes del Cenote), el grupo que se ha opuesto a la instalación de la granja, y clausuró tres. ¿Los motivos?
“A los que no tienen permiso para bebidas alcohólicas, porque no tiene permiso, y otro, que había una mosca. ¡Sí, eso dijeron!, que había una mosca y no fumigaron”, dice, vía telefónica, José May, propietario del parador de Santa Cruz.
Texto: Daniela Pastrana
Fotos: Alberto Velázquez
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