Maricela, indígena otomí de 16 años, salió a trabajar el 21 de marzo y nunca regresó a su casa; medios de comunicación informaron que su cuerpo había sido hallado con señas de tortura, con base en filtraciones de la Fiscalía General de Justicia de la capital. Pero ante los familiares las autoridades sostienen otras versione y no han entregado el cuerpo. La familia demanda verdad y acusa que la negligencia obedece a la discriminación
CIUDAD DE MÉXICO.- Después de una semana de búsqueda en la que visitaron la morgue, un Ministerio Público, un hospital y una agencia de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), la familia de Maricela Escorza Salinas aún no encuentra a la joven.
Maricela, de 16 años, salió del campamento en el que vive con su familia enfrente del número 18 de la calle Roma, en la colonia Juárez. Fue a limpiar parabrisas en los semáforos de calles aledañas, pero no regresó. Cuando su familia inició su búsqueda se toparon con una serie de irregularidades, muchas, aducen, por tratarse del caso de una mujer indígena.
Texto y fotos: Arturo Contreras Camero
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