Hace una década Cherán se organizó para proteger su territorio. Fue un levantamiento encabezado por mujeres. Si este levantamiento hubiera sido protagonizado en su origen por hombres la historia hubiera sido diferente: linchamientos, venganzas. En cambio, las mujeres que se levantaron tuvieron dos aciertos de inmediato: primero frenaron la tala y luego detuvieron el crecimiento exponencial de la violencia; en segundo lugar, llenaron de valor a todo Cherán para salir de la inmovilidad y comenzar a organizarse
Al bajar del autobús me tardé unos minutos en darme cuenta de que estábamos como a cien metros de donde había mucha gente reunida. Algunas columnas de humo completaban la escena. Conforme nos acercamos, las personas cobraron más definición y sus jorongos y sombreros nos indicaron que estábamos en un lugar donde en la madrugada hacía mucho frío. Era mayo de 2011, en la meseta p’urhépecha de Michoacán, Cherán, una localidad de poco más de 20 mil habitantes, que hace poco más de 2 semanas se había levantado en armas para frenar a un grupo de talamontes ligados al crimen organizado.
Nadie más bajó del camión. Así que al llegar a donde estaba la gente, éramos tan sólo tres aprendices de periodismo, de pie, frente a un montón de señores cubiertos del rostro y de los cuales salieron las primeras palabras, lógicas: ¿Quiénes son ustedes? ¿Qué hacen aquí?
Texto y fotos: Heriberto Paredes Coronel
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