Escribo porque existo: Que vivan los cuerpos insumisos
Por: Lina Ramos. Ilustración: Igmur. Fecha: 25 / 11/ 2022
Por motivos de trabajo he estado leyendo un libro que siento necesitaba leer: Quien teme a lo Queer y quiero contarles un poco sobre lo que he aprendido.
El libro comienza a explicar que las categorías son una herramienta esencial para la comprensión del mundo y el método para categorizar es muy simple: escoges una característica del objetivo en cuestión de entre todas las que tiene y discriminas las sobrantes.
El problema aparece cuando pasamos por alto el capricho que conlleva una categoría.
Se esparce la creencia de que son una extensión del mundo natural en lugar de una herramienta política que visibiliza e invisibiliza a conveniencia:identidades, experiencias, afectos.
El relato dominante no solamente visibiliza a las personas que tienen ciertas características físicas que cumplen con un performance que se espera, sino que al ser un sistema binario y jerárquico, por defecto será excluyente.
Entonces el relato crea periferias en donde los cuerpos que no encajan con las características esperadas por el fascismo identitario, son consideradxs no humanos, personas con altos índices de peligrosidad que atentan contra la norma.
Es política, no biología
Lo queer es una postura política que le apuesta a un mundo utópico en el que las categorías biológicas queden superadas en el plano identitario.
Pretende desesencializar la identidad para poner de manifiesto que ésta es profundamente pragmática, compleja, dinámica, contradictoria y al negarlo, obligamos a los cuerpos a cumplir un rol de reproducción.
El relato dominante lo ha creado para sostener al capital.
Incluso las personas que pertenecen al centro según el relato, son privilegiados pero resultan sistemáticamente oprimidas.
El acceso a recursos, afectos y reconocimiento, son condicionados por la narrativa esencialista, totalitarista, “pura».
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Entonces las personas trans son consideradas un peligro. La “policía del género” pretende poner bajo tutela a los cuerpos que visibilizan el error del paradigma.
El árbol frondoso del exilio
Este artículo no me alcanza para explicar todas las ideas nuevas que me ha enseñado el libro.
Me interesa compartir esta perspectiva porque considero que necesitamos problematizar nuestro sistema de categorización.
Nunca me había imaginado que las categorías serían un problema tan complejo.
Reflexiono acerca de todos aquellos cuerpos que se atreven, como dice el libro, a vivir en el árbol frondoso del exilio.
A emanciparse del relato para intentar crear uno colectivo, uno que haga sentido, que responda a la única verdad invariable de la vida: que todo cambia.
Escribo porque existo: Que vivan los cuerpos insumisos, pues me enseñan a desestructurar mi muy arraigado sistema binario y patriarcal.
Considero que yo también pertenezco a la periferia y he sido exiliada por no ser la mujer que se espera de mi.
Aunque ha sido doloroso, también estoy segura de que sería profundamente infeliz cumpliendo con un papel que no fue hecho para mi.
A mi ningún molde me entra bien porque soy arte vivo, soy movimiento y tengo derecho a existir con todos mis matices, al igual que tú.
**Si quieres contactar a la autora como consultante, escríbenos a perimetral.press@gmail.com**
Psicóloga, feminista y actriz.
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