Escribo porque existo: Oda al Rata

Reproducir

Escribo porque existo: Oda al Rata

Por: Lina Ramos. Imagen: Especial. Fecha: 26 febrero, 2024

Construir al Rata dentro de mí fue un ejercicio muy divertido, muy incómodo y también de mucho aprendizaje.

Pronto el elenco de la obra Percutor dará su última función y con ello El Rata dejará de materializarse en el escenario.

El Rata es un personaje de teatro que he interpretado por muchos años; un dealer del bajo mundo que es el responsable de venderle las drogas a un sujeto llamado Gabriel que posteriormente decidió suicidarse.

La novia del chico le reclama al Rata e intenta hacerlo sentir culpable por la decisión de Gabriel, a lo que el Rata responde “Mira flaca, vamos a
aclarar una cosita: yo no he matado a nadie y yo no tengo ningún cargo de conciencia por lo que hago; vendo mi vaina igual que otros venden chocolates o ametralladoras ¿ok? yo no soy responsable de lo que los demás hagan con ella.”

Para mí esta es la línea más importante del Rata porque manifiesta claramente su manera de pensar, su estilo de vida y la manera en la que se relaciona.

Fue a partir de ahí que comencé a construir principalmente la estética del Rata: como se mueve, como se viste, qué tipo de tatuajes tiene, su forma de hablar y de relacionarse con las mujeres.

Rareza realista

A mi punto de vista el Rata es un ser incómodo, él lo sabe y lo que más le importa a la hora de socializar es que le tengan miedo, es su manera de sentirse seguro.

Claro que acuerpar esta forma de ser es rara, a veces disfruto mucho el personaje por tener la oportunidad de ser alguien completamente diferente y convencer a las personas que El Rata es real.

Otras veces nada más no me sale, no puedo transmitir lo que quiero porque Lina ve al Rata y lo desaprueba, le da asco, entonces ha sido un constante estira y afloja de negociaciones entre él y yo para que cada quien tenga su espacio y sus objetivos dentro de la obra de
teatro se cumplan.

Honestamente muchas otras veces si he disfrutado ser el chico malo.
Recuerdo un ensayo muy especial en el que tenía que aprender a intimidar a mi compañera mientras discutimos.

Para mí era difícil incomodar a Karen porque la respeto mucho y en
eso el director me dice ¡Viólala con la mirada!… qué horrible sonó eso, pero qué útil me pareció.

Lo entendí, lo hice y Karen bajó la mirada, ya no pudo decir sus líneas, tardó varios ensayos en encontrar la energía suficiente para entender que el Rata no podía hacerle nada, no solamente porque es un personaje ficticio, sino porque dentro de la trama él está dentro de su casa y ella está acompañada por mucha gente.

Habitar otro cuerpo

Qué interesante ha sido para mí vivir en la piel de un hombre y vaya qué tipo de hombre.

Muchas veces estando maquillada salgo al baño o voy en el camino al teatro ya caracterizada y los trabajadores que me ven me saludan y las mujeres se cambian de banqueta o me ven fijamente con mucho miedo.

Otro dato curioso es que descubrí es que El Rata ¡tiene un club de fans femenino!

Uso signos de admiración porque la verdad no lo puedo creer, para mí El Rata es un asco de persona, varias chicas se han sonrojado al verme y me piden una foto al final de la obra; amigas que me han visto me han
dicho que “El Rata es sexy”.

Esto último es lo que más admiro de ese personaje: ¿Cómo es que él
siendo como es resulta atractivo? ¿Cómo es que percatándose de esa admiración, su personalidad cambió, disminuyó su ser hostil y se volvió más coqueto?

Recuerdo estar en personaje y recibir indirectas de una chica que me hizo pensar en mi interior “¿Qué haría el Rata en ese momento?

Lina se quedaría en shock como está pasando ahora mismo todo pero
él no, él no pierde una oportunidad.

Actuar como método

Así es como el Rata me ha enseñado de confianza a mí misma. Fue una experiencia divertida e invaluable que me cambió como persona.

La verdad es que creo que ya es momento de dejar ir al Rata, fue divertido pero ya quiero interpretar otros personajes, quiero crecer como actriz con nuevos retos, pero eso no significa que no haya sido especial.

Aprendí a quererlo y tolerarlo. A veces cuando voy caminando en la noche El Rata emerge en mí y me protege.

Interpretarlo marca un antes y un después en mi capacidad actoral y siempre lo voy a recordar. ¡Gracias Ratita!

El anterior artículo de la autora, lo lees aquí.

Este periodismo es independiente en lo editorial y financiero. Estamos comprometidas a publicar contenidos éticos, novedosos, críticos y con un enfoque de derechos humanos.

Sé parte de la audiencia activa que sostiene este medio y sus proyectos. Aunque el acceso a nuestro sitio web se mantendrá abierto sin costo, puedes gratificar y reconocer a quién consideres oportuno:

Por favor déjanos conocer tus opiniones sobre lo que leíste o escuchaste ¿Es #PeriodismoParaUsarse?.

También puedes hacer una donación (monetaria o en especie) a la Asociación Civil, vía perimetral.press@gmail.com

+ posts

Psicóloga, feminista y actriz.

Psicóloga, feminista y actriz.

Relacionados

Opinión
Gratificaciones PerimitralGRATIFICACIONES