Escribo porque existo: el cuerpo y la disciplina
Por: Lina Ramos. Imagen: Archivo. Fecha: 28 de mayo 2023
Desde que nací y hasta los inicios de la universidad fui una persona bastante disciplinada.
Cuando era niña mis papás me inscribían a clases de deportes: he practicado natación, tae kwon do, ballet, racquetball, etcétera. Desde los casi nueve años hasta los 16, iba a clases de inglés todos los sábados en la mañana.
Cuando entré a la universidad no tenía clases los viernes y por un año fui en las mañanas de voluntaria, a hacer entrevistas al Hospital Civil Nuevo
mientras le dedicaba 3 tardes de mi semana al frontenis.
La gente me preguntaba ¿Cómo haces tantas cosas? y yo no pensaba que fuera demasiado, así había sido mi vida, era normal.
Pasó el tiempo y mi mamá dejó de supervisarme en todas mis actividades, como naturalmente ocurre cuando una está creciendo y me di cuenta de que tenía la opción de no hacer deporte, entonces dejé de hacerlo y comencé a salir y a descansar más.
Y llegó la encerrona
Después llegó la pandemia. Antes del aislamiento fui una alumna muy comprometida que leía, hacía preguntas y hacía todas sus actividades.
A partir de este evento resultó extremadamente difícil para mi seguir teniendo a la escuela como prioridad, porque era demasiado cansado estar sentada todo el día y leer; hacer resúmenes exactamente en el
mismo lugar en la misma posición, por lo que tomé la decisión de priorizar la convivencia por encima de la escuela.
La pandemia terminó y mi estilo de vida no productivo se ha extendido durante el tiempo con algunas modificaciones.
El cuerpo por sí mismo me ha pedido ocupar mi tiempo en más actividades: es momento de retomar el ejercicio y comenzaré clases de natación el próximo mes.
Y no lo hago por presión, sino porque se que hará sentir mejor y porque estructurará mis tiempos de tal forma que pueda dedicarle más horas al estudio que es indispensable para dar un adecuado acompañamiento
psicológico.
El capital nos quiere anclados
En el libro El Calibán y La Bruja de Silvia Federcci, habla de los esfuerzos que hicieron los burgueses emergentes del siglo XVI para que la gente en general lograra trabajar para ellos y así acumular riquezas y crear el sistema capitalista que conocemos actualmente: crearon una batalla contra el cuerpo.
En estos tiempos contemporáneos es de lo más común sentirnos cansadxs, solxs, tristes, incluso con dolor físico, pero aún así no nos permitimos descansar.
¿Por qué? Porque la cultura prioriza la acumulación de capital antes que el disfrute de la vida y para que eso necesitamos creer que nuestras necesidades y deseos corporales no son importantes, incluso que son desagradables y pecaminosos.
Esto incluye el deseo sexual, el sudor, las heces, el ciclo de sueño-vigilia, la ansiedad, el agotamiento, entre otros.
El capitalismo nos ha enseñado a desprendernos de nuestro cuerpo, estamos desconectadxs de las señales físicas que nos conectan con la experiencia de existir a cambio de acumular dinero que nos permita tener una casa, comer, pagar impuestos, pero si no existiera un grupo de personas a los que les perteneciera los recursos básicos para
sostener la vida, ¿Tendríamos que seguir con este estilo de vida?
Definitivamente no, porque quien tuviera hambre podría tomar una manzana del árbol, quien tuviera sueño podría irse a descansar y quien quisiera asearse se bañaría en el río.
Ante este panorama actual, cultivar el autocuidado se vuelve una tarea ardua, rebelde e incluso peligrosa en algunas ocasiones.
No creo que sea posible no explotarnos en algún área de la vida porque la precarización es real.
Lo que creo que es posible es conquistar pequeños momentos y espacios de la cotidianidad en los que podamos relacionarnos desde lo que el cuerpo reclama.
Preguntas
El pequeño burgués que vive dentro de nosotrxs nos puede susurrar al oído que somos insuficientes, que tenemos que demostrar nuestra valía, que necesitamos un carro más lujoso para existir y es ahí donde podemos hacer una pausa.
Parar pero para preguntarnos ¿Para quién yo sería insuficiente? si sigo con este estilo de vida ¿Cómo estaré en 10 años? ¿Qué
sensaciones tiene mi cuerpo y que me está intentando decir?
Si me quieres leer mi artículo anterior sobre amor y sexo afecto. Si quieres pedirme una consulta de psicoterapia escribe a perimetral.press@gmail.com y harán el puente.
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Psicóloga, feminista y actriz.
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