Milei es solo una construcción mediática; toca confiar en el pueblo

Milei es solo una construcción mediática; toca confiar en el pueblo

Por: Argelia Pontecorvo. Foto: Especial. Fecha: 12 diciembre, 2023

“El que  quiera ser Águila que vuele, el que quiera ser gusano que se arrastre, pero que no grite cuando lo pisen”, Emiliano Zapata

“El enemigo solo es grande si uno lo mira arrodillado”, José de San Martin

El domingo 10 de diciembre 2023 asumió el cargo de presidente de Argentina, el fantoche fascista de Javier Milei.

Desde aquí, México, lo veo y escribo estas reflexiones. La primera que se me cruza es el diálogo final de la película Apocalipsis Now cuando el Coronel Kurtz dialoga con su futuro verdugo.

Es imposible describir el horror en palabras a aquellos que no saben lo que verdaderamente significa. Horror, horror.

«El horror tiene una cara» y esa cara en Argentina es el rostro fascista de Milei.

Milei no es una excepción a la regla, es la consecuencia de una construcción política del imperialismo. Es la continuación del primer Partido Militar Parlamentario llamado Cambiemos, con su nefasto dirigente Mauricio Macri. 

Es a su vez la cristalización del nuevo proyecto fascista nacido con Donald Trump.

Una clave es que las fuerzas parlamentarias del partido del «electo Presidente» es minoría absoluta en el Congreso.

Lo cierto es que este fantoche no es la expresión de la «derechizacion» del pueblo argentino, ni mucho menos.

No tiene legitimidad

El imperialismo intenta instalar un relato para legitimar con votos  las medidas dictatoriales que tomará el próximo presidente.

Por eso hay que ser claros: Milei fue, es y seguirá siendo una construcción mediática como continuidad de la posverdad, inaugurada en el gobierno de su «titiritero» Mauricio Macri.

Solo alcanza con ver los números concretos sobre un padrón total de 35 millones 394 mil 425 ciudadanos habilitados a participar de las elecciones.

Massa obtuvo 11 millones 516 mil 142 votos y  Javier Milei 14 millones 476 mil 462 votos: si vemos la suma de los dos candidatos da un total de 25 millones 992 mil 604 de votos.

Del total de electores habilitados a emitir su voto, hay una brecha de 9 millones 401 mil 820 personas que no votaron a ningún candidato.

Si a estos le sumamos los 11 millones 516 mil 142 que votaron a Massa, veremos que por acción y omisión -no votar o por votar al otro candidato- un total de 20 millones 917 mil 962 personas NO VOTARON POR MILEI.

Si a este dato agregamos que el peso de Javier Milei no se encuentra, ni encontrará en su base social -la oligarquía- pues nunca fue una fuerza de calle, por eso a la hora de dar un Golpe de Estado, siempre fueron las puertas de los cuarteles.

Su victoria es “una victoria pirrica” pues no posee mayoría parlamentaria, no tiene gobernadores de su fuerza, los pocos aliados políticos que tiene lo dejarán como fusible luego de que haga el trabajo sucio del capital: recortar, privatizar, reprimir, perseguir.

Títere del Capital

Es decir se trata de uno de los presidentes más débiles políticamente de nuestra historia en Argentina que  ni siquiera puede hacerse fuerte en su «militancia», pues la oligarquía no milita, la oligarquía utiliza a otros para que se manchen las manos con sangre; la oligarquía “compra mercenarios”.

Un claro ejemplo de su falta de militancia es que a pesar del intento de los medios de construir un relato de apoyo masivo y movilización del pueblo, cuando se filtraron las fotos aéreas de la asunción presidencial con una plaza del congreso prácticamente ocupada a la mitad, los grandes  espacios vacíos no se pueden ocultar, es una ínfima cantidad que moviliza.

Pero a la nueva derecha no le importa “ser masiva , ni popular “ le importa crear esa imagen con sus medios y con ese relato legitimar virtualmente sus políticas reaccionarias.

Te sugerimos ver el conversatorio del Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad de Guadalajara sobre el documental El diario de Agustín, sobre la participación activa del periódico El Mercurio para lograr el Golpe de Estado en Chile, contra el presidente Salvador Allende

Pero más allá de estas cifras lo cierto es que en su discurso inicial recurrió a la creación de un discurso falaz.

En síntesis es la construcción del caos que legitime una política de shock con la represión como horizonte.

Este terreno de lo simbólico se dio primero en la base material económica de todo el pueblo argentino durante la gestión de Alberto Fernández: por un lado la especulativa -maniobras mafiosas de presión económica con la compra y la venta de dólar blue- para generar una devaluación del peso argentino y, por la otra, la Inflación generada por los grupos monopolios de producción.

Mapa de represión

Una vez instalado el caos como hemos visto esta semana una total desregulación del mercado -ya comenzaron a enviar telegramas de despido a miles de trabajadores-, ahora es necesario para el fascismo construir el relato.

Por eso recurrió a todo tipo de falacias en su discurso: mintió sobre los datos de la economía, sobre el número de delitos, también mintió sobre la cantidad de proyección económicas.

Mintió sobre las víctimas de accidente de tránsito, los números del manejo de la política sanitaria durante la panademia, pues el fascismo necesita crear miedo, pánico para legitimar su concentración de poder.

Milei querrá gobernar por decreto pasando encima de las cámaras legislativas que no controla y reprimir a las organizaciones del pueblo.

Lo que hay que entender es que el fascismo instala titulares como forma no ya de influir en la opinión pública, sino de formatear un proceso  cognitivo.

El motivo es la construcción de un relato que legitime «el ajuste», la privatización de las empresas nacionales y la represión del pueblo disidente, o no.

Los «grupos de tareas»

En Argentina desde hace tiempo los grupos fascistas están operando, no es nuevo.

Solo alcanza con recordar los nazis de Mar del Plata con Papillon a la cabeza.

El Centro Cultural Nazi en La Plata y la lucha contra las medidas sanitarias tomadas por el gobierno durante la Pandemia, fueron un frente y una vidriera que sirvió como cantera de reclutamiento de la nueva camada de fascistas. Sin esa no hubiera triunfado Milei.

Los ataques producidos en Bahia Blanca contra dirigentes y organizaciones del campo popular.

Las pintadas contra la Educación Sexual Integral aparecidas en más de 10 escuelas en La Plata.

Los ataques contra fábricas recuperadas y universidades públicas.

Estos grupos  clandestinos organizados por el fascismo se verán financiados desde el aparato estatal. Y si en algunas ciudades administradas por Cambiemos o el Macrismo, estos grupos actúan impunemente gracias a la complicidad de sus gobernantes y los servicios de inteligencia.

Asegurar la impunidad las fuerzas represivas es un aspecto central del nuevo gobierno.

Olvidar y ocultar la dictadura

Por un lado una deuda con los militares golpistas, genocidas, de la última dictadura cívico-militar encaramados en el Partido Militar y representados por la Vicepresidenta Villarroel es un punto central.

En esa dirección fue la carta de los genocidas pidiendo que se cierre la Secretaria de Derechos Humanos y se “termine la persecusión“, es decir que se dejen los juicios de lesa humanidad donde se juzgan a los militares y civiles que cometieron todo tipo de crímenes como delitos de lesa humanidad contra el pueblo.

Por otro lado están las Fuerzas de Seguridad que impusieron una política de fusilamientos contra la población pobre, denominada en Argentina como Gatillo Fácil.

El modo en que serán utilizados dependerá de las necesidades políticas del imperialismo, algunas veces desde la clandestinidad con ataques y atentados, otras como anticipo el propio Mauricio Macri como fuerzas de choque en las movilizaciones del pueblo.

A medida que avance la estrategia dictatorial de Milei y se vaya desembarazando del barniz democrático de las instituciones representativas burguesas, cuando tome las características de una «dictadura abierta», entonces la violencia estatal tomara la forma de «grupos de tareas”, con todo lo que eso significa en nuestra historia.

Para ejercer la represión sobre las organizaciones populares y sus dirigentes, ellos ya tienen las listas de, a quienes tienen que neutralizar.

Es necesario comprender que cada segundo que permanezca este gobierno será un padecimiento para millones de ciudadanos y la coyuntura internacional del imperialismo -aunque lo dejaron solo en la toma de protesta- la única figura de peso internacional fue el patético comediante fascista de Zelensky.

Los desafíos del pueblo en la tormenta

Se aproximan momentos dramáticos para nuestro pueblo, ya que el enemigo fascista alista sus tropas para desatar una guerra contra el pueblo argentino donde no dudará en matar.

Habrá que ser pedagógicos con el pueblo cuando sea necesario, educar, dialogar y fundamentalmente saber escuchar.

Habrá que ser inteligentes y creativos sabiendo articular todos los niveles de lucha y dando las batallas en nuestro campo. 

No entrando en las provocaciones que el enemigo nos tendera.

Habrá que estar en las calles resistiendo cuando sea el momento, pero nunca salir desorganizados y sin las medidas de seguridad.

Habrá que organizarse para esta nueva etapa y prepararse para los enfrentamientos inevitables y decisivos… Ya que con el fascismo no se negocia, se combate en todos los planos.

Es importante tener confianza en el pueblo organizado, ya que este pueblo derrotó la dictadura más sangrienta del cono sur. Puso en jaque a todas las instituciones burguesas en el 2001 -en una semana puso a cinco presidentes-.

Para finalizar voy a volver a citar al Coronel Kurtz  en la película Apocalipsis Now, cuando hace una reflexión sobre la diferencia entre los combatientes vietnamitas y los mercenarios yankis, pero también se podría aplicar a la diferencia del fascismo y el pueblo:

Y entonces me di cuenta que eran más fuertes porque ellos podían soportar esto….ellos eran hombres que luchaban con sus corazones. Que tenían familias. Que tenían hijos. Que estaban llenos de amor

Diálogo película Apocalipsis Now

Frente al “viva la muerte” del fascismo, el pueblo tiene el infinito hacia los suyos y un profundo odio a la opresión. Ese el motor moral de su victoria.

El anterior artículo de esta autoría lo lees aquí «Ni un día más sin clases» fascistas vs derechos sindicales

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