“Ni un día más sin clases» fascismo vs derechos sindicales

“Ni un día más sin clases» fascismo vs derechos sindicales

Por Argelia Pontecorvo. Foto: Archivo. 7 agosto, 2023

Hace tiempo vi el documental llamado De Panzazo dirigido por Juan Carlos Rulfo y Carlos Loret de Mola, para criticar a la educación mexicana.

Se responsabilizaba de la llamada crisis educativa a los trabajadores de la educación y los sindicatos de los mismos.

No es extraño que esta película se haya estrenado en 2012 pues el poder primero construye un relato para legitimar la represión.

Para ello se vale de instrumentos de reproducción ideológica de masas: primero los medios de comunicación y luego reprime.

Se estrenó en el marco de un proceso de lucha sindical de los maestros en 2013, cuando la huelga en Oaxaca, Guerrero y Chiapas.

No fue una casualidad sino la construcción del relato que justifica la feroz represión del gobierno de Enrique Peña Nieto.

Luchas sindicales unidas

La sanguinaria represión terminó con la desaparición de 43 Normalistas, el fusilamiento contra diez manifestantes en Oaxaca y la persecución judicial contra los dirigentes sindicales.

Las luchas de los trabajadores como clase están unidas y conectadas históricamente.

Las experiencias de un país , quizás años más tarde se replican en las luchas de otro.

A su vez no solo es el proletariado quien globaliza su lucha, también la burguesía y sus partidos para replicarlo en otras represiones.

Como argentina residente en México, estoy viendo con preocupación un fenómeno en mi país: las herramientas del fascismo ahora usadas de manera idéntica.

• La utilización de los medios de comunicación como pilar constructor del relato hegemónico contra los trabajadores de la educación y sus sindicatos.
• La creación de fundaciones ligadas al capital financiero para promover reaccionarias reformas educativas a la medida del capital.
• La infiltración en la sociedad civil de fascistas militantes de los sectores más reaccionarios para usarlos de fuerza de choque.
• El crecimiento de un sector parlamentario fascista en coordinación con los medios para aprobar leyes que recortan derechos laborales.

Hoy les quiero contar algo que está pasando en Bahía Blanca, una ciudad de la Provincia de Buenos Aires, Argentina.

Una ciudad en resistencia

Bahía Blanca está al sur de Buenos Aires y ha sido en estos días el centro de una operación política de empresas de comunicación.

Pusieron sus cámaras en un minúsculo grupo de padres que protestaban contra los paros de los trabajadores de la educación.

Este hecho parece una de tantas anécdotas de la lucha sindical y las reacciones posteriores del capital pero es algo mucho más complejo.

Toda historia tiene un comienzo y en todo hecho histórico no existen las casualidades.

Bahía Blanca es una ciudad ligada a una profunda tradición de lucha de la clase trabajadora:

Está la huelga del Puerto de Ingeniero White en 1907, la huelga de los Estibadores en 1966 contra el gobierno de Onganía.

Las luchas de los trabajadores durante la dictadura cívico militar y las actuales movilizaciones de los trabajadores de la educación.

Pero aunque parezca contradictorio desde el propio origen la ciudad fue creada a partir de una masacre contra los pobladores originarios perpetrada por el comandante de la Fortaleza Protectora José Orquera.

El 19 de mayo de 1859 en la Plaza Rivadavia se quemaron más de 100 cadáveres de pobladores originarios. La historia nefasta ligada a la oligarquía prosiguió con el asesinato del obrero portuario José Falcioni en la Huelga de 1907.

Luego con las fanfarrias de la Fusiladora en 1955, la Marina golpista usó la base del puerto Belgrano para bombardear Rio Colorado.

Medios de comunicación al servicio de la Derecha

Con el triunfo del golpe de estado contra Juan Domingo Perón, la Nueva Provincia Diario era el sueño oligárquico de separarse de Buenos Aires; se consolidó la  maquinaria propagandística del fascismo burgués: los talleres  gráficos del diario fueron lugares donde se impuso el terrorismo de Estado en la última Dictadura Cívico Militar.

Secuestraron y desaparecieron a dos obreros, Henrich y Loyola, crímenes sobre los cuales fue procesada la familia Massot dueña del medio.

En la Escuelita Centro Clandestino de Detención dependiente del V Cuerpo del Ejército, eran torturados miles de compañeros. En la base naval Comandante Espora, se realizaron los vuelos de la muerte donde los cuerpos inconscientes de los detenidos-desaparecidos eran arrojados al mar.

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Bahía Blanca fue durante la pandemia centro de una serie de atentados de un grupo de extrema derecha, el más grave fue el perpetrado con explosivos contra el local de la Campora, sin que haya ningún detenido; los autores contaron con la complicidad que las cámaras municipales del gobierno de Cambiemos y casualmente no registraron ninguna imagen del hecho.

Los otros ataques fueron en el contexto de la pandemia contra el responsable de la región sanitaria y los trabajadores de la salud en vacunatorios.

La “supuesta autoconvocatoria” de los padres contra los paros de los trabajadores de la educación, si bien no se puede generalizar a quienes quizás desde una intención genuina se sienten preocupados, vemos a sus autoproclamados dirigentes como claros operadores políticos de esa derecha histórica en el distrito.

En sus discursos y acciones e incluso en sus propias historias, son una continuidad de esa derecha.

Que responden y son la punta de lanza de  a una estrategia política para no solo atacar los derechos laborales de los trabajadores de la educación, sino a sus organizaciones sindicales; en sus propias expresiones se les puede identificar como: antivacunas, antiderechos y antisindicatos.

Padres de familia «operan»

Todo comenzó con Guillermo Sierra, un supuesto padre de familia inconforme con la huelga; publicó el 1 de julio 2022 una carta en redes sociales, en medio del clima preelectoral donde el intendente de Cambiemos co-gobierna con el bloque de concejales la Libertad Avanza. 

Dentro del Honorable Concejo ambas bancadas presentaron con las firmas de Soledad Martínez de Juntos por el Cambio y Valeria Rodríguez de Avanza Libertad, una ordenanza para exigirle al Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, «la implementación instrumentos que faciliten la denuncia de acciones de adoctrinamiento en las instituciones educativas de la provincia» .

Si a esto le sumamos la agresiva campaña en las empresas de comunicación ligadas a los grupos más reaccionarios del poder local de falsas denuncias contra trabajadores de la educación, un trabajo previo de desgaste y erosión de los trabajadores de la educación con el fin de instalarlo en el imaginario colectivo.

A nivel provincial el antecedente del proyecto Declaración de la Educación como servicio esencial fue presentado Daniel Lipovetzky y Sergio Siciliano en 2022 y justo 20 días antes de la carta de Guillermo Sierra, el diputado negacionista de la dictadura Guillermo Castelló de La Libertad Avanza -plataforma conservadora- volvió a presentar con el apoyo de Cambiemos de nuevo un proyecto de Declaración de la Educación como servicio Esencial.

Lo viral no es casualidad

Así resultan ser las operaciones políticas en el movimiento manejado con pinzas por las empresas comunicativas y los intentos legislativos de la oligarquía argentina.

Son ataques conjuntos contra los trabajadores de la educación de repente por un ignoto y reaccionario padre llamado Guillermo Sierra que supuestamente solo cuenta con una carta publicada en su muro.

Pero en menos de diez días es tomado por todos los medios nacionales haciéndose viral.

En sus discursos a los medios como vocero de los “padres autoconvocados”, decían representar a 300 familias; en sus movilizaciones predicaban como en 2020 ser “antipandemia” y ahora ser “antipolíticos”, pues todas las familias habían ido por su cuenta pero nunca se juntaron más de 50 personas.

Las empresas mediáticas locales y nacionales le daban cámara y micrófono a un grupo de padres que no representan el total ni del pensar, ni del sentir de las familias bahienses y por semanas invisibilizaron movilizaciones de miles de trabajadores de la educación: ni un renglón a cubrir esas acciones.

El discurso conciliador del vocero Guillermo Sierra fue escalando hasta radicalizarlo, luego la derecha con violencia como instrumento central de su política hizo publicaciones en las redes de la Dirección de Docentes contra los paros.

El inocente padre Guillermo Sierra, transportista dueño de varias combis, comenzó una gira por los medios nacionales transformándose en opinador serial de temas sobre los cuales desconoce hasta contradecirse.

En Infobae el 30 de junio dijo “que producto de los Paros tuvo que cambiar a su hijo menor a una escuela privada, dónde no tuvo ni un día de paro” por lo que se hizo vocero de un problema que no tiene.

¿Si su hijo va a una escuela privada con qué derecho habla de la educación pública y los trabajadores de la educación? Y lo que es peor aún con que cara representa a padres de la Educación pública cuando su hijo va a una escuela privada?

Confundir y mezclarlo todo

En un inaudito ejercicio de la pedagogía, el vocero afirmó que “igualdad no es hablar con la X, igualdad es tener clase todo el año.

No voy a acompañar a un docente en un paro pura y exclusivamente político. Yo soy apolítico”. Se puede conocer aquí la entrevista de quien hacía política del lado de Moirano, Milei , Bulrrich y Macri.

En otro artículo del diario La Nación el operador político Luciano Román, hizo un panegírico de los atributos de Guillermo Sierra: “Tal vez vean en ese padre enojado a un agente de la derecha, ¿Es de derecha pedir que haya clases todos los días y que la escuela pública no preste un servicio peor que la privada? (…) no están enojados con los docentes sino con un sindicalismo faccioso”, escribió el articulista.

No Luciano Román, no es ser de derecha pedir por la educación pública. Ser de derecha es sumarse a los proyectos contra los derechos de los  trabajadores contemplados en la Constitución Nacional promovidos por diputados negacionistas de la dictadura.

Ser de derecha es que te promocione e editorialice La Nación, periódico cómplice de la dictadura, beneficiario junto con el Clarín del robo de Papel Prensa y deudor millonario.

O que ser de derecha es que un grupo de “anticuarentenas y antivacunas” y fascistas se disfracen de padres para operar políticamente para la derecha.

Moralejas procapitalistas del vocero

El padre vocero interpreta a su beneficio el cuento La planta de Bartolo de la escritora Laura Devetach, incluso editado por la Abuelas de Plaza de Mayo.  

Usa la analogía usada por los partidarios de Milei contra la izquierda, que narra la seudo fábula de Stalin y las gallinas, blanqueando su pensamiento y sentenciando que se opone a la enseñanza del cuento porque «La planta de Bartolo, es un cuento anticapitalista”.

Guillermo Sierra se opone a los diseños curriculares y la enseñanza de un cuento que promueve la solidaridad entre los miembros de el pueblo.

Punteros de la derecha aliados de padres

El 28 de julio 2023 en la décimo primera sesión ordinaria del Honorable Concejo Deliberante de Bahía Blanca, 20 padres del grupo de Guillermo Sierra presentaron un documento a través de la vocera Virginia Iraldi.

Esa abogada en 2013 presentó un trabajo para titularse en la Universidad Empresarial Siglo 21 titulado Protección Integral de las mujeres víctimas de violencia.

Después de muchos y contradictorios ríos de tiempo, ha publicado en el sitio de extrema derecha Comando Provida Antifeminista un video realizando una denuncia contra la Ley de Educación Sexual Integral sancionada por el Congreso.

La abogada de los padres de familia contra el paro educativo, Virginia Iraldi, también representa a deudores agropecuarios del Banco Nación por no pagar impuestos.

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Otras voceras de ultraderecha

De la ultraderecha antivacunas pasamos al fanatismo religioso y la reivindicación del ejército: Verónica Cenizo es madre de la Técnica 2 y pertenece a la Red Apostólica Pueblo Nuevo.

Florencia Urquiola es asidua participante de competencias hípicas, presidenta de la Cooperadora de la EP 39 donde organizan cuadrillas de padres para boicotear los paros de auxiliares y atacar a las organizaciones sindicales.

Mientras los medios de comunicación amplifican estos roles, las familias pobres de Bahía Blanca no se prestan a esta operación política, porque saben que son los trabajadores de la educación los que con su trabajo y luchas cotidianas sostienen la educación pública.

Entonces estará en la unidad de los trabajadores de la educación, docentes y auxiliares, profundizar su alianza estratégica desde la base con el resto del pueblo para frenar este nuevo ataque.

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