Al poniente de GDL: pueblos resistiendo, opulencia y basura
Por: Edna Andrade. Foto: OCSA/Especial. Fecha: 24 de junio, 2024
“Aquí el problema que tenemos es ese exactamente: la basura, como siempre hemos dicho, es una necesidad del humano acomodarla, pero también es necesidad de los humanos que respetemos los arroyos y aquí lo primero que nos echaron a perder fue el arroyo”
Alfredo Tejeda, habitante de Milpillas en Zapopan, Jalisco
El 17 de junio en este 2024 un grupo de interesadas y estudiantes de la UDG, nos reunimos para hacer un recorrido por Zapopan guiados por el grupo de resistencia 12 pueblos de la Barranca.
La intención fue conocer y entender desde su narración, la problemática que enfrentan por resistir y luchar para no seguir siendo el gran basurero de las zonas habitaciones más ricas del Área Metropolitana de Guadalajara.
Esos pueblos son afectados por la basura que se genera y llega de la mancha urbana de la gran capital de Jalisco.
30 años cerrado pero sigue contaminando
El primer lugar de visita fue el antiguo basurero de Copalita ubicado a más de 20 kilómetros del centro de Zapopan, en las faldas del Cerro del Chicharrón.
Este basurero a pesar de haber cerrado en el año de 1994 sigue generando contaminación.
Ahí camino abajo por un cerro de basura cubierta por un suelo que sólo puede dar huizaches debido a la alta contaminación, nos encontramos con una laguna a la que deberían llegar los lixiviados que se siguen generando.
Pero las condiciones de descuido en que se encuentra el basurero, provocan que esto no suceda y los lixiviados se escurren haciendo un arroyo de suciedad que contamina el Río La Soledad que desemboca en el Río Santiago.
<<No solamente es el agua, es el aire y son los vapores, si se fijan el aire sopla de norte a sur ¿A dónde se van esos los vapores? A la ciudad>>
Es lo que pregunta y se responde José Casillas habitante de la localidad de San Francisco Ixcatán.
El basurero de Copalita incumple con las normas medioambientales y por la opacidad del Gobierno de Zapopan, este sigue contaminando la tierra y el agua de la zona aunque hace 30 años dejó de operar.
Picachos, el gran negocio
La segunda parada fue en la entrada del basurero metropolitano Picachos y el privado de la empresa Hasars.
Desde antes de llegar se empiezan a detectar los olores fétidos y a ver, a lo lejos, los cerros de basura cubiertos con tierra.
Parece que el basurero privado y el basurero público son uno mismo, por estar solo separados por una cerca, pero unidos por una misma pendiente lo que provoca al basurero público, hacerse cargo del escurrimiento de lixiviados de la propiedad privada que hace negocio de la basura.
En la entrada al basurero bajo la sombra de un árbol, Alfredo Tejeda nos platica: debido a que los lixiviados no son tratados de forma adecuada, hace unos años después de una tormenta los jugos de basura se desbordaron y llegaron a contaminar los bordos de agua en donde tenían mojarra y bebía el ganado.
Las autoridades nunca hicieron nada. Ahora tienen que comprar pipas de agua. La basura aunque se separa en las casas la empresa que transporta los mezcla en el camión.
Separación de residuos ¿Es negocio?
En 2020 debió empezar a operar una planta de separación de residuos con la intención de reducir la cantidad de desechos que se vierten, la obra costó alrededor de 35 millones de pesos pero nunca ha estado en operación.
Lo mismo ocurrió con una planta de tratamiento de lixiviados que, con un costo de 18 millones de pesos, se encuentra sin operar.
El único manejo que se le da a los lixiviados es el de recircularlos: una vez que las presas que reciben los lixiviados se llenan éstos se vuelven a regar encima de las montañas de basura, buscando que se evapore una buena cantidad y se repite el proceso.
Manantiales de Huaxtla, amenazados
A menos de 10 km del basurero metropolitano de Picachos se encuentran las cascadas de Huaxtla.
En ese lugar nos recibió Leonardo Orozco quien es originario de la comunidad de Huaxtla.
Leonardo es muy joven y su abuelo ha sido parte de esta lucha contra la basura como ahora lo es él.
Nos contó que se han hecho estudios al agua de las cascadas en temporada de secas y los resultados han sido buenos, pero durante la temporada de lluvias aparece la contaminación del agua por lixiviados, llegando en algunas ocasiones a formarse capas de espuma de hasta un metro de alto.
Él lo describe como un baile temporal de momentos limpios y momentos contaminados, nos habla de la gran capacidad de la naturaleza de recuperarse de una año para otro.
También resalta que si no se atiende el problema va a llegar un punto donde los momentos limpios sean menos o dejen de existir hasta generar una contaminación perpetua como la que ya vemos hoy en Río Santiago.
La intención de Leonardo es que las personas de la ciudad conozcan la riqueza natural -a menos de una hora-, para que despierte la la intención de conservar estos sitios biodiversos tan importantes.
El balneario de Huaxtla funciona como cooperativa de 20 veinte familias, cuidando que no se contaminen los nacimientos de agua que les quedan.
<<La gente se desanima, se cansan, algunos se van de aquí. Las personas mayores son las que más han participado en la comunidad, pero han ido muriendo y las juventudes no están interesadas mucho en defender el territorio, la mayoría se van a la ciudad>>
Desde 2006 la comunidad está en resistencia
Un colectivo, 12 pueblos
El Colectivo de los 12 pueblos de la Barranca lleva muchos años luchando por la defensa de su territorio.
Algunos de los habitantes viven enfermos y otros con riesgo de contraer enfermedades de la piel, cáncer o problemas en los riñones debido a la contaminación de las aguas industriales que se desechan en el cauce del Río Santiago y los lixiviados de los basureros de Picachos, Hasars y Copalita.
Para los habitantes de estos pueblos es importante que quienes habitan en la ciudad sepan que se encuentran en pie de lucha en un tema que afecta a todos:
<<El problema es un problema de producción industrial y de consumo […] ya no basta con separar la basura y hacer campañas de me baño en 5 minutos, es que es mucho más profundo el problema y no lo queremos ver, lo vemos así, como por encimita>>
José Casillas de San Francisco Ixcatán
El Observatorio sobre Conflictos Socioambientales y Defensa de Activistas junto con el Centro de Estudios e Investigación de la Barranca, La Ceiba, organizaron elr recorrido como un ejercicio de reconocimiento de los problemas que afectan la sobreproducción y mala gestión de la basura.
Al poniente de GDL: pueblos resistiendo, opulencia y basura, es un relato es una invitación a acercarnos a estos pueblos que resisten y que luchan por su territorio, con la firme convicción de que no les van a arrebatar la esperanza. En la ciudad tenemos que hacernos cargo.
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Edna Andrade
Estudio la licenciatura en Sociología en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara. Me gusta el periodismo con enfoque de derechos humanos.
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