Escribo porque existo: Dejar ir
Por: Lina Ramos. Imagen: Archivo. Fecha: 20 de mayo, 2024
Dejar ir no significa necesariamente apartar a esa persona de tu vida, significa apartar las ataduras que fuerzan un vínculo y lo lastiman.
A veces apartar esas ataduras nos llevan a terminar definitivamente una relación y eso significa que ya no había ningún vínculo que orgánicamente lo sostuviera.
También significa que se imponían ideas, miedos y obligaciones que
habían estado obstruyendo la capacidad de estas personas para ser libres no estar.
Otras veces más allá del vínculo emocional hay factores estructurales que les oprime y por lo tanto permanecen unidxs a pensar de no quererlo: intereses económicos u ocupar un mismo espacio habitacional.
Existen otros casos en los que aprender a soltar genera nuevas posibilidades de vincularnos porque al identificar, reconocer y trabajar esas ideas -miedos y obligaciones- que se estaban imponiendo a la relación, se descubre su verdadero potencial.
Hacernos cargo y moverse
A lo mejor yo quiero que alguien me invite a una reunión con sus amigos porque para mi eso significa que soy importante para esa persona, además de que tengo problemas para conocer gente nueva, pero tal vez el círculo de amigos es cerrado y no se sienten cómodxs por lo que yo me puedo sentir rechazada y no amada…
Si yo me hago cargo de mi necesidad de socialización y trabajo en mis inseguridades puedo crear espacios de convivencia con esta persona, en la que me pueda sentir importante y la persona no se sienta presionada a hacer algo que no quiere.
¿Cómo saber si es mejor dejar ir?
En mi opinión es una pregunta difícil de contestar porque nada es perfecto y los conflictos son parte de la vida, están siempre presentes, pero si en una dinámica los conflictos no tienen solución, si no se está llegando a un punto de consenso y en general el gozo está cada vez menos presente, es momento de moverse.
Sin embargo esto es más fácil de escribir que de llevar a la práctica.
Cuando los vínculos no tienen mucho tiempo a veces es más sencillo, pero que difícil es discernir entre lo que tiene y no tiene solución.
Aunado a esto, muchas veces existe un duelo previo a dejar ir porque
una se acostumbra a ciertas dinámicas de la vida y destruirlas significa también destruir partes de nosotrxs mismxs, significa toparnos con la incuestionable realidad de que todo termina, todo tiene su ciclo, lo que una vez hizo sentido ahora no lo tiene y es momento de volver a morir para así volver a nacer.
Lograrlo y conectar contigo
Si estás en un proceso de dejar ir te recomiendo que te apoyes en dos pilares: las relaciones y el trabajo.
El trabajo mantiene a la mente ocupada y nos distrae para no estar dando vueltas a lo que no tiene respuesta, mientras que las personas a las que les tenemos confianza nos pueden brindar compañía, contención, escucha activa y nuevos puntos de vista del proceso.
Existen puntos del duelo en los que es imposible evitar el dolor físico y los
pensamientos catastróficos, mientras eso pasa haz una actividad con tus manos: dibujar, tejer, jugar con plastilina.
Acuérdate que una vez que las emociones cumplen su función se van y muchas veces su función dentro de un proceso de pérdida es llevarnos a lugares nuevos, explorar posibilidades, integrar nueva información, es por eso que es tan importante vivirlas en lugar de evadirlas con drogas, fiesta, videojuegos o cualquier cosa que nos desconecte del presente.
Yo opino que dejar ir es un arte porque no existe una fórmula para lograrlo, así como existen técnicas para ser mejor pintor pero al final pintar bien no tiene tanto que ver con la técnica sino con lo transmitido en la obra.
Escribo porque existo: Dejar ir
Escribo porque existo: Dejar ir no significa olvidar, significa aprender a soltar lo que ya no se puede quedar y lo que no se puede quedar está interconectado con toda nuestra experiencia de vida, por eso cada proceso es distinto, cada quien llega a distintas conclusiones respecto a su persona, su futuro y sus posibilidades.
El anterior artículo de esta sección es Movimiento es vida
Psicóloga, feminista y actriz.
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