Académica renuncia como observadora de la Alerta de Género en Jalisco. A continuación reproducimos íntegra la renuncia entregada a las autoridades.
En algún lugar con esta lluvia y este frío, una madre cierra la alacena sin saber cómo decirle a sus hijos, que hoy no se cena, y entonces en ese instante la suma de todos los progresos de la humanidad, es igual a cero
Nina Ferrari
Sin la intención de ser detallada en el proceso, contextualizo para explicar cómo llego a tomar la decisión que comunico a continuación:
A finales de 2015, el gobierno del Estado de Jalisco inició un proceso interno para valorar la necesidad de auto-declararse una Alerta de Género.
Solicité entonces, de acuerdo a la convocatoria, como académica de la Universidad de Guadalajara, se me considerara como parte del Grupo Interinstitucional y Multidisciplinario (GIM) que elaboraría el diagnóstico para determinar la pertinencia de la declaratoria y fui incluida.
Una vez que el diagnóstico fue realizado y se constató la necesidad de tomar medidas urgentes para proteger la vida y la seguridad de las mujeres jaliscienses, fui aceptada en el grupo que daría seguimiento a las recomendaciones emitidas a partir del diagnóstico por el GIM.
Ese proceso “local” fue sustituido por el federal gracias a la incidencia de las organizaciones peticionarias.
La CONAVIM entró a coadyuvar el proceso del Estado de Jalisco junto a las instituciones del gobierno estatal, el GIM y las organizaciones peticionarias de la Alerta.
En 2018, con el cambio de gobierno vino también la declaración federal de la Alerta de Violencia de Género, después de evaluar que en dos años no se había revertido de manera drástica la violencia contra las mujeres.
La nueva administración, que prometió en campaña atender de forma prioritaria el tema, dio seguimiento al proceso de Alerta e incorporó a las organizaciones peticionarias de manera formal al GIM.
Vino la pandemia por Covid-19 y los trabajos del GIM se alentaron aún más, pues la pandemia se instaló como prioridad gubernamental.
Durante los últimos siete años participé de manera honoraria pero comprometida en el GIM.
En honor a la verdad debo decir que de quien más he aprendido es de las integrantes de las organizaciones peticionarias, mismas que por su compromiso con las mujeres, se han hecho expertas en los diferentes aspectos de la violencia de género (feminicidio, desaparición, trata, violencia sexual, hasta violencia institucional).
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También debo decir que aprendí muchas cosas de la función pública; del manejo del poder en un equipo de gobierno que siempre está integrado por diferentes fuerzas políticas e intereses; de las habilidades necesarias para incidir en el funcionariado; de las sorprendentes y múltiples resistencias del propio funcionariado para respetar los derechos de las mujeres y para cumplir la ley.
Gracias a la conjunción de muchas fuerzas, compromiso, conocimiento, sensibilidad, trabajo, búsqueda, creatividad, empeño, coraje, sabiduría y un largo etcétera, aportados por diversas actoras, en este proceso de 7 años tuvimos algunos avances, mismos que después de las omisiones del funcionariado que concluyeron en el feminicidio de Luz Raquel Padilla y de las vergonzosas declaraciones públicas de la fiscalía del Estado de Jalisco, dan suma cero.
No pretendamos engañarnos, ni justificarnos, el propósito del mecanismo de Alerta es utilizar todos los recursos del estado para evitar la muerte de las mujeres, pero ante las omisiones de la autoridad para brindar protección a Luz Raquel y después de las faltas al debido proceso y la revictimización de su familia por la Fiscalía del Estado, queda claro que el gobierno no ha entendido, ni parece que quiera entender, la urgencia del tema.
Dado lo anterior, con inmensa tristeza por la violencia que vivimos las mujeres y por la complicidad de los gobiernos con este sistema de muerte, renuncio al Grupo Interinstitucional y Multidisciplinario de seguimiento a la Alerta de Violencia de Género en Jalisco.
Humildemente considero que debieran renunciar también todas las autoridades del Estado que tendrían que estar garantizando la vida y la seguridad de las mujeres, aunque sea sólo para recuperar su dignidad al deslindarse de este sistema de muerte.
Por Luz Raquel
Atentamente
Patricia Ortega
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Foto: Elizabeth Barrera. Fecha de publicación: 8 de agosto de 2022
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