73 años de sentencia por el feminicidio a Imelda Virgen

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73 años de sentencia por el feminicidio a Imelda Virgen.

Recién la familia recibió información telefónica a través de la abogada que les ha dado acompañado durante 10 años, Alejandra Cartagena.

Se trata de que el Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco, tenía una sentencia de 73 años para Gilberto, el ex-marido de Imelda que planeó y pagó para que la asesinaran con violencia sexual.

Hablamos con Alejandra Cartagena para conocer los detalles:

¿Cómo y cuándo se recibe esta sentencia? Y sobre todo cuáles son las cosas en donde estás poniendo mucho ojo como abogada coadyuvante.

– Primero en sí, lo que me parece muy importante es que de manera formal no hemos sido notificados de la sentencia, de esto me entero yo por la mañana porque recibí una llamada del Director de Agravios de la Fiscalía del Estado que me informa que ya hay una sentencia.

73 años 4 meses para Gilberto y para los otros dos chicos y de 22 años para la chica y además una reparación legal, así fue como me lo dijo, de tres millones de pesos.

Le informé de manera inmediata a una de las hermanas de Imelda. Para nosotros decirlo, no se trata solo de años, sino de que sea una sentencia con perspectiva de género, digna, ejemplar porque la familia lo ha dicho muy claro: queremos que realmente en este estado, en el país haya sentencias con perspectiva de género, garantías de no repetición y eso me parece que es un elemento primordial.

Las hermanas de Imelda y la familia si deciden, quedaría el recurso de amparo si no estamos satisfechas con la sentencia o incluso los sentenciados pueden ampararse aún.

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No es una sentencia firme, pero es la primera vez que en Segunda Instancia nos dictan una sentencia porque las demás ocasiones lo que hicieron fue no dictaminar sentencia sino devolver el caso, el expediente a los juzgados de Primera Instancia.

Diez años sin ir al fondo del asunto

La sentencia superó varios obstáculos para llegar a este momento, la defensa de la familia de Imelda Virgen como los peritajes terciados sobre la argumentación de tortura, distintas apelaciones que hicieron los señalados.

¿Tú cómo te sientes Alejandra porque tú ha sido representante legal de la familia, coadyuvante de la coadyuvancia de la Fiscalía en las audiencias; te vimos varias veces muy enunciativa cuando se te otorgaban la palabra, muy enunciativa de cosas que no eran solo legales, sino que eran ponderación también de argumentos más de fondo de como este daño es un daño social, el feminicidio de Imelda Virgen es un daño social no solamente a ella y a una familia, cómo te sientes con todo esto?

-Sin duda es una buena noticia. Hace rato me hablaban de «sentencias justas», pues lo justo es que Imelda no estuviera muerta, lo justo es que el estado haga su trabajo y que dejen de anunciar estrategias y se dejen de tomar foto, lo justo sería eso.

Lo justo es que después de Imelda no hubiera nadie y no hubiera una Imelda, son sentimientos encontrados. Yo lo único que deseo es que si la familia está tranquila, si a la familia esto le da un poco de paz, pues para mí está bien.

Todas conocimos a la mamá de Imelda, la señora Mari que sin duda alguna fue una gran fortaleza para todas y creo que es una deuda pendiente para mí que la señora hubiera podido ver una sentencia.

En el caso de la chica que participó en la violación sexual y asesinato le dieron solo 22 años, los que de entrada no me parecen justos pese a la participación activa que tuvo en el feminicidio, pero bueno, finalmente quien tiene la última palabra es la familia.

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¿Qué tendría que marcar desde tu punto de vista en el camino a seguir para el juzgamiento de todos los delitos tipificados como feminicidio, te parece que deben pasar 10 años las familias exigiendo justicia llevando un duelo como es la pérdida de una integrante de la familia?

-Sí es un caso emblemático por ser el primer feminicidio feminicidio en Jalisco por la tipificación y a 10 años no tenía una sentencia firme, eso es muy claro.

Tendríamos que empezar otra vez a incidir con la autoridad para que haga su trabajo, esta omisión de administrar la justicia no está solamente relacionada con los fiscales, si no con toda una estructura que ha permeado y hecho que los casos se queden impunes e incluso, cuando no se reconocen los feminicidios como tal, sino que se habla de homicidios o parricidios.

Y hay que decirlo claramente Jade, tenemos una sentencia de la Corte Interamericana contra el Estado mexicano, tenemos la sentencia de Mariana Lima, no les estamos pidiendo algo que no toca, es su obligación investigar con perspectiva de género y debida diligencia, reparar el daño a las familias de manera integral, de saber la verdad y la justicia y garantizar la de no repetición.

Tendríamos que empezar a entender que la violencia contra las niñas y contra las mujeres requiere más allá de una estrategia, una política pública realmente integral donde no solo le toca a la Secretaría de Igualdad Sustantiva que pareciera que ahí tienen que solucionar todo, sino que es una política que nos tiene que tocar de todos lados.  

La sentencia de Campo Algodonero dice algo muy importante: empecemos a erradicar estos estereotipos y roles de género que han naturalizado y han normalizado la violencia contra las niñas y las mujeres.

Prevenir la violencia, el camino

-Una de las cosas más recientes que se anunciaron entregar menos de cien dispositivos, una especie de botones de pánico a mujeres que ya han denunciado violencia intrafamiliar con una orden de restricción incumplida, ¿es lo que estaríamos esperando o cómo le damos la vuelta a lo insuficiente de dar dispositivos, es decir qué pasa con las investigaciones, la Fiscalía, con aquellos que tienen que procurar la justicia?

A la autoridad le toca: prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia con las mujeres, pero tenemos que empezar a entender que no se trata solo de atender la violencia, sino cómo la prevenimos.

Por eso hago hincapié en que a nosotras no nos gusta contar mujeres asesinadas, no van a alcanzar los dispositivos, estos botones de pánico -¿por qué tenemos que tener botones de pánico?- porque no podemos estar seguras en casa, en el espacio público y en el espacio privado.

Hay impunidad porque se ha naturalizado, porque desde las mismas autoridades escuchamos cómo se hacen a un lado cuando las mujeres  denuncian la violencia, como lo minimizan, como no se toma en cuenta.

Hace poco seguimos sabiendo de funcionarios de todas las instituciones incluso instituciones como la Comisión de Derechos Humanos donde hay acosadores que trabajan ahí y no pasa nada, lo único que pasa es que estas mujeres siguen siendo acosadas, hostigadas y pierden no sólo la seguridad, sino la salud y que se empiezan a deteriorar frente a un Estado que no le importa lo que le pase a las mujeres.

Es importante que dejen de estar hablando de que «las mujeres están al centro» cuando son los funcionarios agresores; tenemos el caso del magistrado donde sabemos de varias denuncias y es hasta que vemos un video, ¡necesitamos ver un video!, necesitamos las mujeres estar poniendo cámaras por todos lados…debe de ser una política de cero tolerancia al acoso y al hostigamiento.

-¿Tendrás tú a la mano un número más actualizado de cuántas sentencias favorables hacia las víctimas se han emitido en materia de feminicidio?

No tengo el número, pero lo que te puedo decir y cuando menos de los casos que acompañamos, es que los jueces siguen dando las sentencias mínimas de veinticinco años y para ellos ya ganamos, para ellos ya sentenciamos y están a su favor y ya.

Hace un par de meses tuve una sentencia de la Sexta Sala de lo Penal, con el caso de Betsabé García donde confirma la sentencia del juez de Primera Instancia a 25 años; siguen dando los mínimos, siguen sin juzgar con perspectiva de género cuando es su obligación.

Foto: Elizabeth Barrera. Fecha de publicación: 16 de marzo 2022.

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Soy radialista, periodista autodidacta y defensora de derechos humanos.

Autora de Radiografía de la música callejera en 2001, mi iniciación al paisaje sonoro. Gané la Bienal Internacional de Radio en tres ocasiones: radio-arte, radio indigenista y en mesa de debate. Premio Internacional de Periodismo Rey de España en 2008; finalista en 2007 y 2009 del Premio Fundación Nuevo Periodismo por radiorreportajes sobre violaciones a los derechos humanos atravesados por el eje cultura.

Becaria de la Fundación PRENDE en la universidad Ibero y becaria Connectas. Oficial de Libertad de Expresión en la Red de Periodistas de a Pie de 2015 a 2021.

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