Pedir perdón por Presa Zapotillo a pueblos, el nuevo estándar

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Pedir perdón por Presa Zapotillo a pueblos, el nuevo estándar

Por: Jade Ramírez. Foto: Marco von Borstel. Fecha: 10 de junio, 2024

El viernes 14 de junio a las 13 horas, en la plaza de Temacapulín, vamos a presenciar una de las medidas reparatorias más simbólicas e importantes que tocará mantenerlas presentes, como el nuevo estándar a cumplir del Estado mexicano.

Este hecho requiere un poco de historia. Rememoro para intentar nombrar lo que luego se difumina en la colectividad, pues sí es vital que cada cosa se coloque en su lugar y dimensión.

Primero, decir que antes de la existencia de un Plan de Desarrollo Integral para los pueblos– lo que cerró la negociación del presidente López Obrador con las comunidades en Palacio Nacional en el año 2019-, para que estas sobrevivieran y aceptaran la megaobra El Zapotillo en 2021, hubo un Plan de Medidas de Protección desde el derecho internacional, la protección más amplia del principio pro persona.

Primer gol: Mecanismo federal de Protección en SEGOB

Lo que se enunciará el próximo viernes 14 de junio de 2024 y se podrá ver en redes sociales de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), no es una concesión buena onda de la 4ta Transformación, sino el cumplimiento de un plan de medidas de protección que conseguimos en el año 2015 cuando aún gobernaba Peña Nieto.

Se trató del primer caso colectivo al que le abrimos las puertas en la Junta de Gobierno del Mecanismo federal de Protección a personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.

El <<Caso Temacapulin>> como colectividad bajo ataque y en alto riesgo, llegó a sesión ordinaria de la Junta de Gobierno donde revisamos docenas de casos pero, este fue el primero en su tipo: compleja e icónica fue esa batalla.

Esas sesiones como consejera ciudadana del Mecanismo junto a otros tres, dos defensores bastantes conciliadores con las autoridades y un periodista muy documentado, pero también conciliador, las viví en reuniones de trabajo no remunerado en la Ciudad de México.

Cuando ya comenzaba a colapsarse el Mecanismo de Protección -comenzó a operar en el año 2012- llegó el caso por la represa El Zapotillo. Logramos un gol silencioso pues tenía las mejores condiciones para concretarse: era consejera en la Junta y conocía todos los detalles del paquete de medidas de protección, los funcionarios de SEGOB se negaban a otorgarlas y desconocían los daños a las poblaciones.

Desde luego en la Coordinación Ejecutiva del Mecanismo y la Subsecretaría de Derechos Humanos a cargo de Lía Limón, pusieron toda resistencia a recibir un caso así, colectivo, pero tuvimos que dar la batalla para lograrlo.

Entonces quedó enlistado y aprobado por votación un Plan de Medidas de Protección para un caso de Riesgo Alto. Entre otras quedó la principal acción política: Reconocimiento Público de la defensa del territorio del poblado.

Víctimas de Presa Zapotillo: defensoras, defensores y periodistas

Aquello fue apuntalar el primer piso para que se reconociera oficialmente -sin sentencia judicial al margen del éxito en la Suprema Corte- que sí, el Estado mexicano había violado de manera planeada los derechos humanos de tres pueblos.

También, integrar en documentos oficiales un largo historial de acechos, agresiones, violencias directas que comprometieron la vida e integridad no solo de los pueblos sentenciados a la inundación, sino también de personas alrededor de la zona de conflicto:

Periodista amenazada de muerte con pistola y acoso sexual en un billar (yo), junto a los defensores ambientales, uno de Colombia, Juan Pablo Soler y el mexicano Marco von Borstel a quienes tres «empleados federales» convertidos en matones, advirtieron que dejáramos de alborotar el gallinero (sic) en 2009.

Se sumó la incursión de policía estatal altamente armada a Temacapulin -por órdenes del gobernador Emilio González Márquez- cuando diputadas y senadores de izquierda tuvieron sesión plenaria en la plaza, en solidaridad al no y defender el derecho a seguir existiendo.

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El historial de incidencias de seguridad es largo, obra en los archivos de abogad@s de COA, que asesoraron por años a los poblados y emprendieron un litigio estratégico aplausible que no se frenó cuando Guadalupe Espinoza fue encañonado en medio de la noche o, militares saltando por la azoteas como pasó en la casa de María Felix Rodríguez.

Afectaciones psicosociales

Reportear Temacapulin, Acasico y Palmarejo y acompañar el proceso de organizar la resistencia con la urgencia de inundación, de conseguir razonamientos judiciales al dimensionar los daños e impactos, pasado el tiempo puede verse gozoso o un aprendizaje pero mientras transcurrían los hechos: fue traumático, doloroso, costoso y complicado.

Una de las primeras acompañantes que puso el corazón y todas sus habilidades de vida en el proceso de Temacapulin, fue Monica Montalvo. Una persona que se ganó al igual que Marco von Borstel, el cariño y respeto de las comunidades. Pero no significa que no hayan experimentado complicaciones o desestabilización psicoemocional.

Muy pronto en el año 2010, un equipo de psicólogas y psicólogos bajo la coordinación de Jorge Gastón realizó el primer estudio de impacto y estrés postraumático traducido en psicomatización y enfermedades.

Luego vinieron más estudios desde ese enfoque. Todo está concluido en el libro Trauma psicosocial y Resistencia en comunidades bajo amenaza de despojo por construcción de represas, de Susana Delgado Rodríguez, editado por Fontamara y la Universidad de Guadalajara.

Desconfianza, división, enfermedades, duelos, desesperanza, depresión, empobrecimiento, son los más visibles impactos.

El perjuicio a los campos de siembra, venta acelerada de casas, migración, violencia física, de género, a niñez y desamparo de juventudes, alcoholismo, son otras consecuencias cuando se ejerce una guerra de baja intensidad desde el Estado contra una colectividad para dominar y privatizar agua.

Pedir perdón por Presa Zapotillo a pueblos, el nuevo estándar

Las autoridades que participan en el evento al que se convoca el viernes 14 de junio, tras el Plan de Desarrollo Integral a cargo de Claudia Gómez Godoy -la abogada más de una década de los pueblos-, llegarán con un discurso de buena voluntad y disculpas.

Pero toca anotar que van a despejar el nuevo estándar para tratar así al resto de las zonas de conflicto por daño socio-ambiental en México.

El Salto y Juanacatlán en Jalisco por ejemplo, donde por si fuera poco, se obtuvieron Medidas Cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos pero el Gobierno de Jalisco ha incumplido y la contrainsurgencia crea distractores como sanear el río con medusas de cabello.

Ya sabemos pues que no son pocos casos donde se han violado gravemente los derechos humanos.

Nada menos por capital extranjero de empresas europeas se contabilizan siete infiernos ambientales donde, naturalmente, hay población dañada.

Reconocer pues, públicamente, que se dañó con arbitrariedad, alevosía, ventaja e imposición en un marco total de corrupción al emprender violaciones a los derechos humanos por la Presa Zapotillo, es nombrar.

Disculpa a todas las personas dañadas

El acto que parece es solo dirigido a tres pueblos, también, dejará un precedente para que gobernadores y presidentes municipales se midan en sus actos de corrupción y dejen de saberse impunes.

Vivamos el acto y nombremos que desde la presidencia de Felipe Calderón y de forma continua en la de Peña Nieto, hasta llegar a la negociación final con López Obrador -que requerirá el compromiso de Claudia Sheinbaum para los convenios de repartición de aguas entre Jalisco y Guanajuato-, el derecho a disentir para seguir existiendo, pudo y debió respetarse.

Los protocolos de actuación existen, los antecedentes para dejar de joder pueblos son conocidos, pero si en la próxima era insisten en el capitalismo consciente (Sheinbaum, dixit) por el Nearshoring, el estándar que veremos el viernes podrá resultar solo un pañuelo desechable y un estado de moebius en el México que sigue diciendo un digno no: nunca más pasando por encima de los pueblos.

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Soy radialista, periodista autodidacta y defensora de derechos humanos.

Autora de Radiografía de la música callejera en 2001, mi iniciación al paisaje sonoro. Gané la Bienal Internacional de Radio en tres ocasiones: radio-arte, radio indigenista y en mesa de debate. Premio Internacional de Periodismo Rey de España en 2008; finalista en 2007 y 2009 del Premio Fundación Nuevo Periodismo por radiorreportajes sobre violaciones a los derechos humanos atravesados por el eje cultura.

Becaria de la Fundación PRENDE en la universidad Ibero y becaria Connectas. Oficial de Libertad de Expresión en la Red de Periodistas de a Pie de 2015 a 2021.

Soy radialista, periodista autodidacta y defensora de derechos humanos.

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