Es peligrosamente común que la violencia sea tipificada como ‘violencia familiar’ o ‘lesiones’, cuando debería ser clasificada como una ‘tentativa de feminicidio’.
Estos “errores” son parte fundamental del mecanismo de impunidad, aceitado de misoginia, negligencia y corrupción.
Por eso la correcta clasificación es una de las exigencias que sobrevivientes impulsan con la campaña de #JusticiaParaNoMorir.
Esta columna originalmente se publicó en Pie de Página
Producción: Rocío Salas
Foto: Archivo. Fecha de publicación: 10 de octubre 2021.