Por Ángeles Mariscal
Miles de migrantes centroamericanos, cubanos y haitianos, que permanecen desde hace varios meses en Chiapas con el propósito de tramitar visas humanitarias, se confrontaron la mañana del lunes, para ganar alguno de los pocos espacios que el Instituto Nacional de Migración (INM) otorga para el proceso.
El INM, que apenas el pasado 4 de enero reanudo el servicio, se encuentra rebasado en su capacidad, lo que sumado a la suspensión temporal que hubo provocada por la pandemia, ha hecho que la población migrante deba esperar más de seis meses para iniciar los trámites de solicitud.
Desde la madrugada del jueves, alrededor de un millar de migrantes iniciaron la fila afuera de las oficinas administrativas del INM en la ciudad de Tapachula, algunos aseguran que durmieron en el lugar.
Sin embargo, al abrirse la oficina, grupos de migrantes intentaron saltarse la fila, tras asegurar que ellos llevaban varios meses de espera.