Huye de la violencia, denuncia y exige a la UdeG hacerse cargo

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Huye de la violencia, denuncia y exige a la UdeG hacerse cargo.

Por: Jade Ramírez. Foto: Gaceta UDG y Mariana Hernández León. Fecha: 20 de enero, 2025

En Me cuidan mis amigas MX se dio a conocer la denuncia de Karla, quien señala a trabajador de la Universidad de Guadalajara -fotógrafo- de violencia, daños patrimoniales y un patrón depredador.

Otras víctimas de agresión -en el campo laboral- se adhieren a la exigencia de ponerle un alto.

En Perimetral Press pudimos conversar con Karla horas después de haber salido huyendo de Guadalajara, Jalisco.

Lo hizo para ponerse a salvo y que nos contara parte de los hechos que componen una denuncia en la Fiscalía del Estado de Jalisco.

Nos dimos a la tarea, también, de recabar otros testimonios de extrabajadoras que han sido víctimas de agresión y confirman sus actos de violencia y machismo.

Ofrecimos a la titular de la Coordinación de Comunicación Social de la UdeG réplica o reacción al tema, por los señalamientos de opacidad.

A continuación lee la entrevista y conoce los apuntes de la autoridad universitaria involucrada.

Se siente protegido

Jade Ramírez: Quisiera que me contaras lo que consideres oportuno exponer de la situación que estás atravesando para entender las dimensiones de tu denuncia. ¿Cuáles son las implicaciones que estás viendo sobre y ¿Por qué crees que va a ser intocado?

Karla: Fueron dos años en los que yo estuve con esta persona que es Carlos Abraham “N”.

El es un fotógrafo que labora en la Universidad de Guadalajara, no era la primera vez que me agredía y fueron dos años de violencia física y psicológica, también patrimonial, no fue solo una vez que me dejó en la calle y se negaba a entregarme mis cosas.

Algo importante es que yo no soy la única víctima es todo en serie, es un violentador serial por así decirlo.

Cobra mucha relevancia que llegó a amenazarme de muerte en algún momento pero él siempre lo negó.

También sé que llegó a agredir a compañeras de su mismo entorno laboral y no pudieron obtener justicia dado que está protegido por un ex líder de la FEU que es director de la División de Estudios Jurídicos y Humanidades del CU Tonalá.

JR: Estuvieron en una relación personal o privada durante dos años ¿Qué detalles estás en ánimo de compartirnos de todos los tipos de violencia bajo los que has estado?

K: La violencia física eran jalones de cabello, llegó a golpearme con un cinturón en la cabeza que fue justo cuando me amenazó de muerte y yo decido confrontarle al día siguiente.

Empecé a reaccionar al abuso que se le llama abuso reactivo y él comenzaba a hacer grabaciones mías para decir que yo estaba loca y usarlo para demeritarme, eso también a mí me limita un poco. 

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JR: ¿Todos estos actos pasaron en el domicilio que compartían? 

K: Todo esto pasó en el domicilio que compartíamos. Además se aprovechaba de mi situación vulnerable porque yo me encontraba sola en Guadalajara, no tenía nadie a quién recurrir.

Poco a poco él también me fue alejando de toda esta red de apoyo que yo tenía hasta el punto de quedarme sola, aislada y también por la misma vergüenza de seguir cayendo sin poder salir de este ciclo de abuso.

Era algo vergonzoso para mí hablarlo y me fui quedando más y más sola; obviamente eso es el objetivo de estas personas que cometen el abuso.

Violentómetro: a un paso de un acto feminicida

JR: ¿Cómo es el momento Karla donde tú dices ‘voy a la fiscalía a denuncia’? También si confirmas que el procedimiento de recepción de tu denuncia fue completamente fuera de protocolos te hicieron perder tiempo o… fue diligencioso y no te revictimizaron el momento que acudes.

K: Denuncio el 18 de diciembre de 2024 día que me agrede físicamente y me corre de la casa.

En mi desesperación acudí a una amiga de él que era vecina nuestra, ella no me conocía a mí porque siempre me mantuvo oculta.

Fue un acto desesperado porque ya había acudido a los amigos de él, pero son hombres y nunca me ayudaron; cuando me acercaba a pedirles ayuda me exhibían y temía mucho que sucediera esto mismo con la amiga.

Le envío un mensaje de texto a través de Facebook y le pregunto si ella se encontraba rentando habitaciones, me dice que no, cuestiona si me conoce.

Le dije soy la pareja de Abraham y expongo la situación; me confirmó que es una persona agresiva en general, conflictiva. Me ayuda, pero pide que tome mis cosas esenciales para irme con ella.

Tomé: una maleta, mis uniformes del trabajo, cosas básicas de higiene, salgo, él se entera que estoy ahí y comienza a agredirla a su amiga.

Sacó algunas cosas mías a la calle pero no todo y los demás no me lo quería entregar, no me permitía entrar al domicilio cuando yo nunca viví ahí gratis.

Le pagaba una renta por vivir ahí entonces era mi derecho entrar por mis pertenencias y tengo el comprobante de pago, pero se negaba a entregarme mis cosas.

Su mamá siempre estuvo al tanto de la situación, era la única persona a la que yo acudía y le dije que iba a ver consecuencias.

El nada amable momento de la denuncia

Voy al Centro de Justicia de la Mujer (CJM) a levantar mi denuncia.

La verdad es un proceso muy doloroso, revictimizante, difícil y creo que por eso muchas mujeres desisten y no continúan con las denuncias.

Pasé siete horas para realizar la denuncia y el mismo sistema lo hace con la finalidad de que tú no denuncies o te canses.

Inmediatamente se me brindó un Pulso de Vida dada la circunstancia y comenzaron las diligencias, además mencioné el temor de mi seguridad, las represalias ya que también esta persona sí tiene capacidades para agredirme y relaciones que utilizaba para amedrentarme.

Por ejemplo: a su amiga la que me brindó apoyo, la comenzaron a confrontar otras personas que sé pueden agredir y tienen abogados.

A mí me dio mucho miedo. Yo sólo tengo un abogado de oficio y afortunadamente muchas colectivas feministas que se me han acercado.

JR: Te dan el Pulso de Vida que en teoría estás localizable para la autoridad en este momento y en caso de que estés en peligro ya sea por esta persona violentadora que tú ya denunciaste o cualquier otra, lo activas y en teoría te tienen que auxiliar ¿Fue lo que te explicaron?

K: Así funciona y sí recibí visitas domiciliarias por parte de la División Especializada en Atención a la Violencia contra las Mujeres en Razón de Género (DEAVIM) que es parte de este protocolo.

Hago de conocimiento a mi familia lo que estaba pasando y tomo la decisión de irme porque ya no me sentía segura en Guadalajara.

Sí temo a las represalias por parte de esta persona y sus amistades.

En el CJM adelantamos la carpeta de investigación porque tenía cita el 16 de enero, ya presenté testigos.

Me explicaron el violentómetro. Me hicieron el dictamen psicológico y espero que muy pronto ya se pueda dar el siguiente paso de mi audiencia.

Un modus operandi

JR: Tú ¿De dónde eres originaria o por qué estabas tan reducida de redes de apoyo?

K: Soy originaria de Ciudad Juárez. El motivo por el que decidí mudarme fue para concluir mi carrera de biología en el Centro Universitario de Ciencias Biológico y Agrupecuarias (CUCBA).

Al final no concluí porque tenía que trabajar, decidí quedarme y me agradó mucho Guadalajara, el clima y la naturaleza.

JR: Ahora que huyes de la violencia ¿Tuviste que dejar también tu empleo?

K:  Prácticamente hui, dejé todo, tuve que renunciar a mi trabajo, me vine sin nada.

JR: ¿Quisieras contarme -si te sientes cómoda- algunos detalles sobre cómo se conocieron y también cómo inicia la relación personal, más privada?

K: Sí, pues fíjate lo interesante de todo esto es que llego a ese domicilio porque él renta habitaciones en su casa.

Publiqué en un grupo que estaba buscando un lugar y me contacta a través de Facebook -eso es lo que él utiliza anda cazando mujeres jóvenes-, confié y caí.

Él me mandó mensaje y me dice que ya me había visto -me eligió como su presa por así decir-, comienzo a cohabitar con él pero desde un principio me violentó.

Tenía otro lugar cerca a donde irme y en julio de 2023 me convence que regrese.

Es cuando sucede esto de dejarme dos veces en la calle, humillaciones públicas y en privado golpes, las amenazas de muerte.

Me hacía Gaslighting, como abuso emocional y lo negaba todo.

Siempre jugaba con ‘solo somos roomies o amigos’ cuando esa no era la dinámica, éramos una pareja.

Él era de ‘yo puedo hacer lo que quiera pero tú eres mía’.

No se me permitían visitas ahí y me decía que no podía llevar a nadie, no podía hablar con ningún hombre.

JR: Cualquier persona que no te conozca en esta sociedad está tentada a juzgarte y a decir ¿Cómo que pasa dos años, iba y venía? pero también la gente no entiende los ciclos de abuso.

K: Y cómo funciona, cómo van socavando tu estima. Sentía que no podía salir, que no podía conseguir nada, era muy terrible porque también la gente lo notaba.

Alrededor había dependencia emocional y más que nada vínculo traumático: intervalos que transformaban la realidad y parecía que había arrepentimiento o interés por cambiar.

Estos ciclos es una constante que desestabiliza. Además él me lleva 16 años, es una manera de ejercer también poder o control, decía: ‘¿Tú cuántos años tienes Karla?’. Yo tengo 29 y él 45 años.

Probable deudor alimentario

Hoy día tiene una denuncia previa por su ex esposa con la misma situación de violencia intrafamiliar, doméstica.

K: Él es papá, no se le permite ver a su hijo, creo es deudor alimentario. Me acerco con la ex esposa ahora que sucede esto y me dice: denuncia. Además tiene adicciones a sustancias que no lo hacen estar bien.

JR: ¿Tú qué estás buscando en estos momentos, qué llamado le haces a las autoridades universitarias y a las personas en quienes está hacer algo?

K: El hecho de denunciar lo hago por ti, por mi amiga, por quiénes jamás se han atrevido a denunciar la violencia.

No importa que no tenga acceso a la justicia porque son procesos muy largos y hay que ser realistas, no hay muchos casos con consecuencias.

Esta persona forma parte de una institución académica y no puede ser posible que esté solapado, protegido.

No es justo que ellos sigan violentando en total impunidad sin perder su estatus y sin manchar su imagen.

También es para mí importante exhibirlo, porque es una persona que se encuentra trabajando en los medios y que se sepa quién.

Comunicación Social de UdeG está enterada

La titular de la Coordinación de Comunicación Social de la UdeG, Laura Morales, atendió amablemente el llamado de Perimetral Press por reaccionar ante la denuncia y respondió:

<<…Estamos al tanto del caso. Al momento de conocer del mismo, la Coordinación se puso en contacto con la Unidad para la Igualdad y listos para colaborar en lo que sea necesario, tanto con las autoridades externas como universitarias. Importante mencionar que al interior de la coordinación o de la universidad no hay denuncias en contra del trabajador, pero estaremos atentos, en caso de que algo cambie>>.

La oficina de la abogacía general -continuó respondiendo- ha sido notificada por las autoridades y nos instruirá sobre las medidas cautelares que debemos aplicar en la coordinación y también del seguimiento del proceso legal.

Se tomarán todas las medidas para garantizar que nuestra comunidad viva en un entorno libre de violencias, concluyó.

Otra denuncia

Yo era su Jefa en Milenio Jalisco en 2014. Tenía un contrato de un mes a prueba y no dio el ancho, no le renové el contrato, al ir a Recursos Humanos se entera y llegó a pegar mi escritorio y estaba a dos de pergarme a mí. Hizo un escándalo, me acusó de mil tonterías.

En septiembre de ese mismo año, Abraham "N" en un bar se encuentra a un colega que ya murió -Abraham Pérez- y quien me defendió en redes sociaeles al enterarse de sus agresiones contra mí; con todo y uniforme de la Universidad de Guadalajara y el equipo fotográfico de la UdeG, se lanza a golpearlo por la espalda.

Yo hablé con una funcionaria de Comunicación Social que atiende medios, al momento de las agresiones en ese bar, exaltando que no era posible que un trabajador de la UdeG hiciera eso, pero no pasó nada. No hicieron nada.

En 2016 me dan oportunidad de crear el área de fotografía en la Universidad de Guadalajara y estos señores se enteran -son varios fotógrafos que no me querían porque ya sabían que conmigo era trabajar o pelas- y hablaron con el rector general pero fui su jefa.

Durante año y medio se dedicó a grillarme, empecé a hacer inventarios del equipo fotográfico de la universidad porque todos con las cámaras en su casa, rentaban los equipos y para la chamba en la universidad ¡Ay no sirve!

En vacaciones me giraron la orden de darle mantenimiento a los equipos y le pedí a Abraham "N" que entregara lo que tenía, era un lente 400 milimetros que vale 500 mil pesos. Él estaba de vacaciones por una mano lastimada y cuando fue, se hizo un video acusando a la universidad de haberlo hecho ir -cuando tiene dos manos- con drama.

Amenazó al entonces Coordinador de Comunicación Social, Everardo González y a mí. No sé qué pasa que este señor da gritos, pega y nadie le puede hacer nada.

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Soy radialista, periodista autodidacta y defensora de derechos humanos.

Autora de Radiografía de la música callejera en 2001, mi iniciación al paisaje sonoro. Gané la Bienal Internacional de Radio en tres ocasiones: radio-arte, radio indigenista y en mesa de debate. Premio Internacional de Periodismo Rey de España en 2008; finalista en 2007 y 2009 del Premio Fundación Nuevo Periodismo por radiorreportajes sobre violaciones a los derechos humanos atravesados por el eje cultura.

Becaria de la Fundación PRENDE en la universidad Ibero y becaria Connectas. Oficial de Libertad de Expresión en la Red de Periodistas de a Pie de 2015 a 2021.

Soy radialista, periodista autodidacta y defensora de derechos humanos.

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