Bienestar: un laberinto para ancianos con apoyo

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Bienestar: un laberinto para ancianos con apoyo

Por: Jade Ramírez. Foto: Redes. Publicación: 9/01/2023

Debe haber miles de historias de éxito, sin duda. Afirmaciones de abuelas y abuelos con o sin jubilación, sobre que el Programa de Pensión renovado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, es una maravilla.

Deben ser miles de personas adultas mayores las que al contar con una condición básica -cuenta en un banco antes de la pensión-, se les facilitó el trámite.

Trinidad anda por los 77 años de edad. Nació artesano de monitos en Tlaquepaque, tradición familiar de elaborar nacimientos y luego incursionó en el papel maché.

Siempre fue empleado eventual, comerciante, taxista. Nunca tuvo un salario basificado y por tanto, tampoco una jubilación garantizada. Es, Trinidad, el ejemplo de cualquier viejo que sí necesita del Programa de Pensiones.

Ya chole con culpar a la pandemia

Su estado de salud mermó cuando se aplicó la primera vacuna estando ya contagiado de covid19 y cayó en cama. Dejó de caminar y se entumecieron sus músculos, bajó de peso, no hallaba solución concreta a sus malestares.

Desde 2020 depende de la ayuda de terceros para retirar del banco los 3 mil 500 pesos bimestrales que el Gobierno Federal le deposita.

A su mala suerte de que colapsó con la dosis de la vacuna Pfizer, el plástico en convenio con Banorte, fue retenido en un cajero.

Reportó en el banco, le dijeron que esperara a la reposición. Reportó en Bienestar y que esperara porquepandemia…

Llamó y llamó al 01800. Fue a la oficina que le correspondía en la colonia El Álamo Industrial: «tiene que esperar, señor por la pandemia todo se atrasó», le decían.

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Poco a poco se dio cuenta que haber recibido un plástico de Banorte era la tercera mala suerte en su actual estado de salud pues «es un problema ya no hay convenio», se lo confirmaron en la sucursal.

Abusados los de Banorte

En la página oficial de la Secretaría de Bienestar no existe ningún comunicado respecto al rompimiento entre el Grupo Banorte y el Gobierno Federal para el programa social.

Se multiplican los comunicados sobre beneficiarios en Banamex, Banco Azteca y actividades de la titular.

Pero datos concretos que aclaren inquietudes, dice Trinidad, no ha encontrado: «espere a mayo del próximo año», le ha dicho desde 2021.

Sí, ocho meses para poder acceder a su dinero, pero Banorte no se queda de manos atadas.

En la reciente visita que hizo Trinidad, con dificultad para caminar usando muletas, tajantes le dieron una solución para poder retirar dinero: ¡Abrirse una cuenta!

Hay gente con buena suerte, hay gente con pésima suerte y hay un país como México donde, por más que se quiera priorizar la ayuda asistencialista, el paradigma mata: sí solo sí abría una cuenta de débito con 5 mil pesos Trinidad podría «intentar» desplazar sus depósitos de la Cuarta Transformación que ascienden a 7 mil 700 pesos, a un nuevo plástico.

Es decir, Trinidad debía conseguir prestados 5 mil pesos, dárselos a Banorte y crearse una cuenta.

Trinidad dando vueltas entre Banorte y Bienestar

Luego sin certeza de que se pudiera lograr mover de una cuenta «radicada» con ellos, las pensiones del Programa Bienestar, pues eso…vería si fue chicle y pegó o le bailó y ya tendría un nuevo problema financiero: deber 5 mil pesos, una cuenta a la que no le puede retirar ese fondo base y una penalización por intentar cerrarla antes de 6 meses. ¡Unos genios!

«Es que la verdad no tenemos margen de maniobra con esas cuentas, porque como eso lo maneja el Gobierno Federal, no es de nosotros, no sabemos si vaya a funcionar crearse una nueva cuenta aquí con nosotros», le dijo la quinta persona que lo atendió en la misma sucursal bancaria a donde no ha dejado de ir.

Dinero en el limbo

En 2023 la cantidad que se deposita, al menos a personas adultas mayores, es de 4 mil 800 pesos. Se anunció con aplausos de fondo y se ayudan a 11.8 millones de personas en todo México, pero ¿Cuál es el tipo de movilidad del dinero?

De cuando se comió la tarjeta en un cajero de Banorte a la fecha, ha habido por lo menos, tres depósito para el señor Trinidad, su cuenta de beneficiario está intacta, pero la disposición de ese dinero que en teoría ya es suyo está impedida.

Ni Banorte creó un mecanismo de respuesta y Bienestar menos, excepto el paradigma de esperar sea cual sea la realidad de las personas.

En medio de visitas a la sucursal, Trinidad logró desplazarse con ayudas externas a un Banco Bienestar en la avenida Revolución en Guadalajara. Con una amabilidad única, lo recibió el agente de seguridad.

La sorpresa fue el novel servidor de la nación detrás del cristal blindado: entendía menos el problema que los ejecutivos de cuenta en Banorte y tras oír todo el laberinto de peripecias que le contada un señor detenido entre dos muletas, este sentenció: no, este, sí tiene que ir al banco.

Esto daría para un scketch de comedia tipo ¿Qué nos pasa? del difunto Héctor Suárez, sería oro molido al que Trinidad, tampoco tendría acceso porque necesita un plástico.

Burocracia, la prima de la impunidad

Al menos en Jalisco están de fiesta los de Bienestar, repiten los días que le toca a la A, B, C, D; que los beneficiarios de Banamex ahí van, poco a poco. Que los de Banco Azteca también.

Si la política pública transformadora aumentó el número de beneficiarios en las pensiones, implicó una reingeniería del sistema -como en todo lo que argumenta la 4T-, cuando hicieron la lluvia de ideas, la condición de vulnerabilidad ¿Cómo se habrá conjugado con prioridad o con materializar mecanismos para resolver problemas?

Trinidad solo ve pasar que las «buenas noticias» pasan, como el tiempo que debe esperar.

Nunca nadie en el 01800 o la oficina de Tlaquepaque le advirtió podía pedir irse a lo que llaman Mesa de Pago, otro control de entrega de dinero con talones. ¿Lo permitirá la Secretaría de Hacienda operadora real de la ayuda?

Él tiene que esperar y esperar, mantener viva la llama de la esperanza porque la Cuarta Transformación pensó en gente como él, campesinos, no hablantes de español, gente de la sierra, sola, sin auto, enferma, de modos, quizá sin familia o con familia pero no enteramente autónoma para atajar estos trámites.

Bienestar: un laberinto para ancianos con apoyo

Si la impunidad es la falta de investigación y consecuencia a quién comete un daño o una violación a los derechos humanos, el cajero que como troglodita se comió el plástico de Trinidad, seguirá vivito y coleando en cualquier casa Banorte.

Si la burocracia es la que obstaculiza el acceso a la reparación del daño del troglodita cajero de Banorte, Bienestar sigue vivita y coleando jugando con cifras pomposas.

El futuro incierto con la curp de Trinidad en el sistema del Programa de Pensiones para Adultos Mayores

Mi padre y yo seguiremos dando vueltas. Él con la cara desencajada y urgencias económicas. Yo documentando paso a paso la obstinada necesidad de cacarear un bien sin garantías que no previó la «mala suerte», como dijo el gerente de Banorte.

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Soy radialista, periodista autodidacta y defensora de derechos humanos.

Autora de Radiografía de la música callejera en 2001, mi iniciación al paisaje sonoro. Gané la Bienal Internacional de Radio en tres ocasiones: radio-arte, radio indigenista y en mesa de debate. Premio Internacional de Periodismo Rey de España en 2008; finalista en 2007 y 2009 del Premio Fundación Nuevo Periodismo por radiorreportajes sobre violaciones a los derechos humanos atravesados por el eje cultura.

Becaria de la Fundación PRENDE en la universidad Ibero y becaria Connectas. Oficial de Libertad de Expresión en la Red de Periodistas de a Pie de 2015 a 2021.

Soy radialista, periodista autodidacta y defensora de derechos humanos.

Autora de Radiografía de la música callejera en 2001, mi iniciación al paisaje sonoro. Gané la Bienal Internacional de Radio en tres ocasiones: radio-arte, radio indigenista y en mesa de debate. Premio Internacional de Periodismo Rey de España en 2008; finalista en 2007 y 2009 del Premio Fundación Nuevo Periodismo por radiorreportajes sobre violaciones a los derechos humanos atravesados por el eje cultura.

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