Cuarenta y seis artesanos de la cuna alfarera, Tonalá, desde hace casi tres meses se quedaron sin empleo por las medidas impuestas de aislamiento social y aunque se considera la alfarería como Patrimonio Cultural del Estado, los gobernantes tipificaron esta actividad como no esencial dejando a las familias que se dedican a este oficio sin recursos para poder afrontar los días sin ingresos.
Ante estas circunstancias de adversidad los artesanos decidieron organizarse y en el mes de mayo realizaron una campaña de trueque, lograron colocarse durante una semana en el crucero entre la avenida Tonalá, la calle Cruz Blanca y Francisco I. Madero pero el día 6 de ese mismo mes, inspectores les decomisaron su mercancía y el municipio les impuso una multa.
De nuevo las autoridades les negaron la oportunidad de trabajar y el trueque sin darles a cambio ningún tipo de apoyo, José Luis Arzola Tovar es un artesano de edad avanzada que impulsa a la comunidad a organizarse, explica lo que pasó.
El presidente de aquí de Tonalá, trae la bandera de los artesanos, somos artesanos muy reconocidos y en otros países cuando el anda allá nos representa, pero cuando estamos aquí nos discrimina y así no se vale y decidimos unirnos. Los artesanos nos traen un jarrito y ya les damos una despensa, pero ese jarrito lo intercambiamos para despensas
Entonces buscaron herramientas legales para conseguir por lo menos la garantía de los alimentos en lo que termina la suspensión de actividades y superan la crisis económica.
Promovieron un amparo y fue el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa, Civil y de Trabajo quien resolvió a su favor, el reclamo de que las autoridades de los tres niveles de gobierno no generaron medidas para garantizar durante la pandemia el derecho al trabajo, alimentación, salud y vida. Fue la queja 131/2020 la que destrabó la negativa de las autoridades a asumir su responsabilidad.
Hambre y más pobreza es lo que les ha dejado el confinamiento. 46 artesanos firmaron el argumento legal ante el temor a verse obligados a abandonar su oficio que consideran una tradición familiar.
En la resolución “bajo ninguna circunstancia podría concederse la suspensión para que los artesanos sigan comercializando sus piezas” ya que implicaría contravenir los acuerdos y lineamientos de sana distancia y provocaría aglomeraciones, de la misma manera se les negó la posibilidad de seguir intercambiando sus productos por alimento.
Quien relató los detalles del litigio es Luis Ángel Morales.
El juez encontró procedente la suspensión de plano para que el gobierno municipal de Tonalá genere de inmediato un programa, acciones o plan de trabajo dirigido a los artesanos a fin de que puedan satisfacer sus necesidades mínimas.
Habrá mesas de trabajo y acuerdos para cumplir la sentencia del juez, sino caerían las autoridades municipales, en desacato.
Aún no saben cómo es que el gobierno municipal de Tonalá va a crear las estrategias para garantizar lo que esta sentencia le indica, esperan que el presidente municipal Juan Antonio González Mora los atienda en una mesa de trabajo para que en conjunto puedan diseñar los programas y apoyos para que lleguen de manera directa, mientras tanto los artesanos cuentan con un permiso municipal para instalarse y comercializar sus piezas en el tianguis artesanal, cada domingo.
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Reportera, egresada de la licenciatura en Periodismo del Centro Universitario del Sur (CUSur), apasionada por la verdad, justicia, periodismo para la paz y la esperanza, amante de las historias de vida, las tradiciones y las artesanías. Periodista y fundadora de El Suspicaz.
