A 50 años de la Liga Comunista 23 de septiembre

A 50 años de la Liga Comunista 23 de septiembre

Por: Sobrevivientes. Foto: Jade Ramírez. Fecha: 20/Marzo/2023

15 de septiembre de 2023 se cumplen 50 años de la fundación de la Liga Comunista 23 de septiembre en esta ciudad de Guadalajara.

Ex militantes sobrevivientes de la misma así como compañeras y compañeros integrantes de colectivos de izquierda, con quienes hemos
compartido momentos y actividades en diferentes luchas sociales en la localidad, así como habitantes de esta comunidad de San Andrés, nos hemos citado en esta plaza, con el fin de conmemorar este hecho histórico que tiene gran importancia local, nacional e internacional a la par de rendir justo homenaje a nuestras compañeras y compañeros caídos en la lucha.

En el marco de tal conmemoración expresamos nuestra posición política e
ideológica, para con dicho acontecimiento y lo que significó en la historia de las luchas de los explotados y oprimidos de nuestro país por su verdadera liberación.

El nombre dejaba claro que nos identificábamos con el pensamiento y la acción de los combatientes revolucionarios caídos en el ataque al cuartel militar de ciudad Madera, Chihuahua, el 23 de septiembre de 1965.

Mismos que fueron encabezados por Arturo Gámiz García y Pablo Gómez, maestros, estudiantes y líderes campesinos que se levantaron en armas cansados de los abusos, explotación, agravios, despojos, de los caciques, ganaderos y compañías madereras como algodoneras, cobijados por el gobernador Práxedes Giner Durá, general del ejército y rico terrateniente.

Los planteamientos

En el Segundo Encuentro de la sierra Heraclio Bernal, en febrero de 1965, en Chihuahua, México, estos compañeros planteaban:

“Estamos convencidos que ha llegado la hora de hablarles a los poderosos en el único lenguaje que entienden; llegó la hora de que las vanguardias más audaces empuñan el fusil porque es lo único que respetan y escuchan; llegó la hora de ver si en sus cabezas entran las balas, ya que razones nunca les entraron; llegó la hora de apoyarnos en el 30-30 y en el 30-06 más que en el código agrario y la constitución: vencer o morir”.

Testimonial

“El camino que nosotros hemos escogido está perfectamente claro,
consideramos que ya es hora de iniciar la revolución.

Sabemos que no han madurado todas las condiciones, ni vamos a sentarnos a esperarlas, maduraran al calor de las acciones revolucionarias.

«La lucha será terriblemente larga y hay que empezar jóvenes. Por nuestra cuenta ya no daremos marcha atrás en el camino de la revolución”

Pronunciamiento

Cabe subrayar que en dicho encuentro llevado a cabo en el municipio de
Torreón de Cañas, Durango, son discutidos y aprobados cinco documentos que son conocidos como <<Resolutivos del segundo encuentro de la sierra Heraclio Bernal>>.

Ahí se plasma todo un estudio y análisis pormenorizado del desarrollo del capitalismo en México utilizando el método y la concepción marxista en dicho análisis.

Rumbo al sistema socialista

Así como la historia de las luchas campesinas, obreras y estudiantiles que
siempre fueron aplastadas por la maquinaria represora del Estado, en el
documento número cinco “El único camino a seguir”, Arturo Gámiz expone de manera detallada por qué la determinación de iniciar la lucha armada contra el gobierno burgués que defiende el sistema capitalista, hasta lograr su derrota definitiva y la instauración a partir de ello de un sistema socialista en México.

Ellos sabían del tamaño del enemigo y del riesgo que iban a correr, pero
decidieron enfrentarlo con lo que tenían: con audacia, con juventud, con valor, con dignidad.

Esa mañana del 23 de septiembre morían nueve combatientes y, a su vez, nacían para la historia como ejemplo digno para las siguientes generaciones de rebeldes que seguirán luchando por erradicar de nuestro querido México la injusticia, la explotación, los saqueos y la humillación que siempre descargan contra el pueblo quienes detentan el poder económico y político.

Históricamente la violencia ha sido ejercida como forma de gobierno por la clase burguesa y sus aparatos represivos, con el fin de mantener sometidas y bajo control a las clases explotadas.

Además, concluida la Segunda Guerra Mundial, el imperio norteamericano mandata a los gobiernos del continente a prepararse y capacitar a sus organismos policiacos y militares para aplastar todo brote de rebelión en los pueblos.

Detrás de un oprimido, un natural comunista

Diseñaban los planes de contrainsurgencia a aplicar contra los pueblos que intentan derrocar los gobiernos títeres fieles a sus intereses imperialistas; impulsando y apoyando de manera directa golpes de Estado con la imposición de sangrientas dictaduras, como ejemplo se citan algunos casos: Paraguay, El Salvador, Chile y Argentina.

Estábamos pues en el pleno arranque la llamada “Guerra Fría” en el marco de la cual se desarrolla una intensa campaña anticomunista, difundiendo permanentemente por todos los medios de comunicación infinidad de falsedades terribles acerca del mismo.

Desde finales de la década de los cincuenta, la represión se intensifica en contra de los movimientos de resistencia que exigen se respetaran sus derechos democráticos en sus elecciones internas para garantizar que los elegidos por ellos realmente defendiera susintereses de clase, además de otras demandas.

Es el caso del movimiento de las escuelas politécnicas en casi todo el país a mediados del año 1956, del movimiento ferrocarrilero en 1958 y 1959.

El movimiento de los médicos en 1965 así como el artero asesinato de Rubén Jaramillo y toda su familia llevada a cabo por elementos militares vestidos de civil tratando de ocultar la responsabilidad del gobierno del presidente Adolfo López Mateos.

Con el gobierno del presidente Gustavo Díaz Ordaz se mantiene la misma política criminal y se enfoca principalmente en contra de los jóvenes que se incorporan a la lucha de su pueblo demandando la democratización de los espacios de participación política.

Todos los presidentes genocidas

El 2 de octubre de 1968 es nuevamente el “glorioso” ejército mexicano que masacra demanera cobarde y alevosa a cientos de manifestantes incluidos mujeres, niños y ancianos, que de manera pacífica participaban en un mitin en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, en el entonces llamado Distrito Federal.

Con el gobierno del presidente Luis Echeverría, continuó la política criminal contra las luchas populares.

El 10 de junio de 1971, el Jueves de Corpus, un grupo paramilitar llamado Los Halcones atacó con varas de bambú y armas de fuego masacrando a decenas de jóvenes estudiantes.

Algunos heridos y hospitalizados en el hospital Rubén Leñero, fueron rematados por estos sicarios que entraron a las instalaciones del mismo.

Dejaron claro el odio que este criminal tenía en contra de la juventud rebelde en este país.

Ahora resulta indignante que el actual gobierno le rinda homenaje al
mismísimo Luis Echeverría.

Ante militares y sobrevivientes de desaparición «reconocen» dos sitios de tortura en Campo Militar 1

No había otro camino más que a lucha armada

En tal contexto histórico es que surge la Liga Comunista 23 de septiembre, se fundamenta la decisión y argumentos para la toma de las armas como única vía de participación política y solución a las condiciones de desigualdad e injusticias que padecen las clases explotadas y oprimidas del campo como la la ciudad.

Todas las instituciones del Estado estaban cerradas para las demandas del pueblo, favoreciendo de forma total a las oligarquías tanto locales como nacionales.

Ocho años después de los atroces crímenes en los gobiernos de Díaz Ordaz y de Luis Echeverría, decidimos retomar el pensamiento y el análisis desarrollado por Arturo Gámiz.

Se intensifica la discusión y el análisis acerca del qué hacer ante tales
acontecimientos, y en ese contexto es que diferentes líderes de varios grupos de estudiantes.

De diferentes estados de la República llegan a la conclusión de que es prácticamente imposible transitar hacia la meta de lograr cambios en las estructuras políticas, económicas y sociales.

Ya que la clase en el poder y sus gobiernos no estaban dispuestos a tolerar ni manifestaciones pacíficas, mucho menos exigencias y demandas que denotaran la repulsa a su política criminal en contra de la legitima rebeldía que encabezaban principalmente los estudiantes.

Nace la LC23S

Así fue que varios jóvenes integrantes de diferentes grupos político-militares se reúnen en esta ciudad de Guadalajara del 15 al 20 de marzo de 1973.

Discuten y aprueban los lineamientos político-ideológicos, así como la táctica y estrategia sobre los que habría de orientar la más amplia y organización guerrillera, en la historia de las organizaciones armadas por la revolución socialista en México.

La Liga Comunista 23 de Septiembre se conforma con el claro objetivo de desarrollarse y extenderse a todo el territorio nacional.

Consolidarse como el embrión del partido y el ejército revolucionario del proletariado para por medio de la violencia revolucionaria, lograr
el derrocamiento del régimen que sostiene la estructura del sistema capitalista.

Es importante subrayar que lo anterior no fue resultado de la
desesperación, de la irresponsabilidad o el aventurerismo propio de los jóvenes como se dijo por algunos medios al servicio del régimen entonces imperante y repetido por algunos voceros de la izquierda tradicional y reformista, sino el producto de intensas y serias discusiones políticas entre miles de activistas de izquierda en varias universidades del país.

La izquierda radical, no partidos

Se produjeron con ello amplios documentos de análisis y argumentación de por qué tomamos la vía armada.

Aparecimos como parte y continuación de la corriente de la izquierda radical ortodoxa que venía desde el rompimiento de la célula Carlos Marx encabezada entonces por José Revueltas para con el Partido Comunista de México; de la Liga Comunista Espartaco en el plano nacional, y en el marco internacional fuimos parte del empuje de movimientos revolucionario en casi todo el continente latinoamericano.

También de las luchas y movimientos de liberación nacional en otros
continentes.

En aquel momento deslindamos campos políticos e ideológicos para con la izquierda tradicional y reformista que había claudicado y capitulado en la lucha revolucionaria por el socialismo, abrazando las tesis emanadas del XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS); se plantea como viable y utilizable, la tercera vía para la toma del poder por parte del proletariado y demás oprimidos.

Es decir la lucha electoral. Esa misma izquierda vergonzante que mantuvo silencio cómplice ante la masacre del 2 de octubre y plantea como respuesta ante tales acciones dialogar con los responsables de tales hechos.

Estudiar, analizar, hacer política

La conformación de la Liga Comunista 23 de septiembre fue el resultado de un proceso de discusión y análisis promovido e impulsado por Raúl Ramos Zavala, quien lamentablemente muera casi un año antes en un enfrentamiento con la policía en la Ciudad de México).

El plasma sus valoraciones de la situación y las conclusiones a las que llega inicialmente en el texto de su autoría: <<El proceso revolucionario>>.

Ello contribuye a que fueran conocidos como “Los Procesos” y culminado por Ignacio Salas Obregón (Oseas); los dos que previamente habían
encabezado la Organización Partidaria, antecedente inmediato de la LC23 de Septiembre.

Ignacio Arturo Salas Obregón (Oseas o Vicente), habría de desempeñar un papel fundamental en la fundación de la LC23SEP; sería el principal autor del cuerpo teórico y programático de la naciente organización armada.

Claro que no fue el único elaborador teórico, muchos otros jóvenes revolucionarios que desempeñaron un papel de líderes en sus respectivos estados y agrupaciones que llegaron a la convocatoria hecha para coincidir en esta ciudad y constituirse en una organización armada a nivel nacional.

Era para que se pusiera fin a la dispersión teórico-política y orgánica de los revolucionarios mexicanos; se encontrara en mejores condiciones de enfrentar y derrotar al Estado; a sus aparatos policiales como militares.

Reunión de semilleros

Junto a varios de los líderes se le dio forma a importantes documentos en
los cuales se expuso de manera clara y contundente, una propuesta que convenció a miles de otros jóvenes a integrarse al proyecto.

Sin embargo, también se tiene que decir que al mismo tiempo fue quien influyó en mucho en la visión insurreccional que dominó en casi la totalidad de los integrantes de la organización empezando desde luego con los demás miembros de la dirección nacional.

Condujo de manera directa a la elaboración de una táctica errónea en el accionar militar de la misma, lo que nos condujo a un choque frontal contra la maquinaria y fuerza militar del Estado en condiciones de absoluta desigualdad.

A casi un año de su fundación, la Liga entró en un periodo de crisis interna como consecuencia de diferencias políticas expresadas por otros líderes de la misma que cuestionaron tal visión.

Se produjeron divisiones y fracturas en la estructura que dieron origen a varias fracciones que se autonombraban cada cual como continuadora del proyecto inicial; solo merecen mención las dos principales:
la tendencia “Rectificadora” y la fracción de la “Brigada Roja”.

Una y otra tomaron caminos diferentes.

Sobrevivientes

La fracción de la Brigada Roja somos quienes continuaríamos impulsando el trabajo de agitación y propaganda política a través del Periódico Madera, llevado mes con mes a fábricas, escuelas, colonias populares y campos agrícolas.

Aplicábamos la visión leninista respecto al papel que cumple la prensa revolucionaria de hacer de su órgano central de propaganda, no solo un educador que contribuye a la elevación de la conciencia política, sino además un organizador de las clases explotadas.

Fue en dicha actividad en la que sufrimos un gran número de bajas de
compañeras y compañeros muertos en enfrentamientos con la policía o detenidos-desaparecidos.

Te invitamos a escuchar en voz de Alicia de los Ríos, Carta a quienes saben dónde está mamá

Alrededor de mil 400 caídos en combate y más de 400 desaparecidos.

Justicia y cambio, no democracia

Al Estado les seguimos exigiendo su presentación con vida y no solo que reconozca de manera formal, que se llevaron a cabo durante ese periodo, flagrantes violaciones a los derechos humanos, sino además, se ejerza acción penal en contra de aquellos integrantes de los cuerpos policiacos y militares que aún están con vida y fueron torturadores y asesinos de nuestros compañeros.

La fracción que optó por La Rectificación, indica a sus integrantes a dejar las armas y el accionar militar; aunque suponemos que fue como resultado de discusiones y análisis colectivos, nunca dieron a conocer públicamente el resultado de los mismos o si lo hicieron no lo conocimos.

Rectificar el rumbo y ajustar la táctica cuando se reconoce que se han cometido errores en la apreciación de la situación real, es justo y legítimo, sin embargo algunos de quienes tomaron ese camino fueron
conduciendo tal corriente hacia la conformación de un partido con registro legal, con miras a participar en los procesos electorales futuros que abría la reforma política, decretada por el gobierno del presidente José López Portillo.

Ahí coincidieron con otros grupos de izquierda, pero al mismo tiempo, con fracciones separadas del Partido de la Revolución Institucional (PRI), para fundar en 1989 el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

La liga Comunista 23 de septiembre expresó claramente en su periódico, la posición política frente a dicha reforma y nunca aceptamos ni aceptaremos que tal medida significaba una democratización del sistema capitalista, ni que la lucha armada contribuyó a que esto sucediera.

Siempre los yankis

La mencionada reforma política no fue sino parte de la misma estrategia
contrainsurgente aplicada de manera rabiosa por los diferentes gobiernos burgueses que nos combatieron hasta casi exterminarnos por completo; estrategia criminal que contó siempre con la asesoría y apoyo total del imperialismo yanqui y no tuvo ningún límite en el respeto a las garantías individuales o respeto por los derechos humanos.

Cientos de compañeras y compañeros fueron brutalmente torturados hasta la muerte o ejecutados y lanzados al mar, en los llamados vuelos de la muerte, tanto en los sótanos del Campo Militar No. 1, como en la base militar de La Cuesta en Acapulco, Guerrero.

Así como en decenas de cárceles clandestinas con que contaban por todo el país el ejército y los diferentes organismos policiacos y paramilitares como la Brigada Blanca, a las cuales llevaron a muchas de nuestras familias para someterlas a vejaciones y humillaciones.

La burguesía norteamericana asimiló las experiencias que le dejaron
revoluciones triunfantes como la de Vietnam y Cuba.

Era claro que en el caso del continente Latinoamericano no estaba dispuesta a aceptar otra revolución victoriosa que afectara sus intereses imperialistas de permanente saqueo para la apropiación de sus riquezas y recursos naturales.

Legislar como traición

De igual manera la burguesía mexicana asesorada por la yanqui ya tenía medido y calculado lo que iba a suceder cuando la izquierda electoral llegara a ese ambiente de las cámaras, con privilegios, prebendas y desmesurados sueldos.

Dichos individuos arrojaron por el balcón de la Cámara sus pálidos sueños -si es que alguna vez los tuvieron- y sus compromisos de lucha con algunos sectores populares, obreros o campesinos que votaron por ellos; a los que les prometieron que en caso de llegar a dichos puestos de representación, lucharían a “brazo partido” por sus demandas y necesidades.

En lugar de ello se enfrascaron en la rebatinga por hacerse de candidaturas y puestos en las cámaras asegurando de por vida recursos
económicos para una vida personal de comodidades sin trabajar, vendiéndose pues por un “plato de lentejas”.

Quienes asumimos hace 50 años la lucha armada en las filas de la Liga Comunista 23 de Septiembre, como única vía para alcanzar la verdadera revolución en las injustas estructuras económicas, políticas y sociales del sistema capitalista en que vivíamos entonces -y en el que nos encontramos en la actualidad-, lo hicimos con el convencimiento de que solo una sociedad socialista y luego comunista, está basada en la justicia e igualdad social para todos los sectores.

Convicción más viva que nunca

Algunas y algunos de los que sobrevivimos a esa experiencia de lucha y que no nos arrepentimos de haberla transitado, no aceptamos entonces y no aceptamos ahora, que el sistema capitalista se pueda remozar y hacerlo humanista y generoso para con los que menos tienen que somos la absoluta mayoría.

Confirmamos que mientras se mantengan intactas las estructuras económicas políticas y sociales del capitalismo, continuarán y se harán cada vez más graves las condiciones de miseria y explotación, de discriminación, de despojo, de violencia brutal en contra de esas
mayorías.

No hace falta ser un gran intelectual y analista social para concluir que lo que ha enfrentado nuestro pueblo en los últimos 20 años es un verdadero genocidio con cientos de miles de desaparecidos y asesinados.

Ahora ya no solo son luchadores sociales y revolucionarios, además de líderes de comunidades indígenas, sino en contra de cientos de miles de hijos de familia que salen de su hogares rumbo a su
trabajo o escuela para no regresar jamás.

Todo lo anterior como resultado de la complicidad que han mantenido los
gobernantes, sus aparatos policiales y militares para con el crimen organizado quienes mantienen el absoluto control en todo el territorio nacional.

Organizarse sigue siendo el camino

Queda claro que ante tal panorama económico, político y social que enfrentamos que sin duda es complejo y difícil, lo menos recomendable es quedarnos cruzados de brazos a esperar que la solución nos “venga de arriba” o de la magnánima lucidez e infalible ejercicio de gobierno.

El sistema capitalista es un proyecto de muerte y destrucción total que ha llevado a límites extremos el propio planeta y con ello la propia supervivencia de las especies.

Sin lugar a dudas nos encontramos más cerca que nunca de una catástrofe absoluta, de magnitudes mundiales.

Es urgente que encendamos las alarmas y despertemos ante ello llevando a cabo las acciones que podamos con lo que podamos y como podamos, de forma organizada, reflexionada y acordada.

Hagamos esfuerzos colectivos en los espacios en que nos encontremos, con los compañeros del trabajo, de la escuela, de la comunidad en la que vivamos, con quienes coincidamos.

Dialoguemos, realicemos intercambio de puntos de vista, de opiniones, buscando coincidir con otras y con otros, aprovechando y utilizando para
nuestros objetivos las herramientas que nos ofrecen los avances tecnológicos actuales.

Despleguemos nuestro ingenio y creatividad para llevar a cabo tareas o
actividades que contribuyan a crear conciencia política en aquellos que no la tienen.

Desde luego hacer los máximos esfuerzos de coincidir en acciones masivas con aquellas fuerzas y organizaciones de izquierda honesta, consecuente en una labor política y organizativa, para desembocar en grandes terremotos sociales que transformen el actual estado de las cosas.

Ahí nos encontraremos.

¡Viva la Liga Comunista 23 de Septiembre!
¡Vivan los y las jóvenes que luchan!

Sobrevivientes de la Guerra Sucia
Colectivo Rodolfo Reyes Crespo
Brigada Ignacio Martín-Baró

*Pronunciamiento leído el 15 de marzo 2023 en el jardín de San Andrés, Guadalajara, Jalisco. Así iniciaron las jornadas de conmemoración de la LC23S.

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